“Es una responsabilidad íntegro (que deben contraer las empresas), porque consumimos bienes gracias a que otros no los utilizaron. Entonces debemos dejar bienes disponibles para que las generaciones futuras puedan servirse de ellos y cubrir sus deposición”, sentencia.
Expertos en la materia mencionan que si acertadamente este tipo de productos cada vez son más accesibles, el diseño de los mismos debe orientarse a una duración más amplia y evitar la obsolescencia programada, una idea cuya pulvínulo principal es fomentar las ventas, pues incluso puede resultar perjudicial para la compañía.
Hace seis abriles, Apple se vio envuelta en un escándalo conocido como BatteryGate, una demanda de usuarios cerca de la empresa bajo el argumento de que la compañía había ralentizado los dispositivos iPhone 6, 6 Plus, 6S, 6S Plus, 7, 7 Plus y el iPhone SE.
Si acertadamente Apple confirmó que sí era un problema obligado por la empresa, igualmente dijo que se había ejecutado con la finalidad de evitar problemas de rendimiento, al resumir la tensión de la escuadra y así evitar apagones accidentales.
Luego de la disputa, Apple llegó a un acuerdo en 2020 para sufragar entre 310 y 500 millones de dólares, dependiendo de cuántas personas presentaron una petición por este caso, el cual demostró la importancia de difundir un diseño duradero para el agraciado.
Creditos a Fernando Guarneros Olmos
Fuente
