En esta etapa, Icasuriaga recomienda volver en un software como servicio. En el mercado hay varias opciones, como Google Gemini, ChatGPT o Microsoft Copilot, que recientemente liberó una interpretación de prueba durante un mes.
Si proporcionadamente existen opciones de estas tecnologías gratuitas, el práctico detalla que no son las más convenientes, pues no cuentan con sistemas de gobernanza ni controles de seguridad y privacidad, por lo que la información de una empresa podría filtrarse y estar accesible al divulgado en militar.
Otra de las ventajas que apunta el diestro respecto a este tipo de servicios es que van concorde a los momentos del negocio, es proponer, no se requiere que se apliquen a toda la estructura por igual, sino que se definen las etapas y áreas donde pueden representar un impacto positivo.
“La primera negocio de este tipo de tecnología es emocional, para probarla”, menciona el práctico. “Pero posteriormente se convierte en un asunto racional, en donde ya se identificaron las zonas en las que tendrá un impacto positivo, así como aquellas en donde no representará una delantera y siquiera un problema”.
Creditos a Fernando Guarneros Olmos
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