García refiere que a partir de la pandemia se modificaron muchas de las pautas y expectativas de lo que implica el bienestar gremial y personal. La digitalización de los esquemas de trabajo permitió el auge de las actividades remotas, las cuales ahora son vistas como oportunidades para racionar tiempo y encontrar longevo realización personal.
Menciona que la tecnología ha permitido identificar talento en otras regiones del país en donde las empresas no tienen una sede y darles una oportunidad de entrar a la estructura, poco que todavía nutre a las empresas, porque combina diferentes culturas, ideas y conocimientos.
La tecnología es un coligado del happytalismo
De acuerdo con Daniel Hoe, presidente de marketing de Latinoamérica en Salesforce, el uso de la tecnología de Inteligencia Industrial puede ser un coligado para alcanzar este objetivo de ser más productivo y obligarse tiempo a la grupo, ejemplifica.
Para los trabajos enfocados en el crecimiento de tecnología, Hoe detalla que en Salesforce están haciendo uso de herramientas que ayudan a los investigadores de software a crear programas o mejorar funcionalidades mucho más rápido.
“Esto te hace más productivo”, comenta. Pero todavía resalta que el ideal no es terminar más rápido el trabajo para cumplir con otras obligaciones pendientes, sino para tener tiempo de crecimiento personal, como estudiar poco nuevo o estar más tiempo con la grupo.
¿Qué se necesita para motivar el happytalismo?
Marlene García destaca que para conseguir poner en praxis este concepto se necesita de una civilización gremial más abierta, en el que la confianza interiormente de una estructura sea un asunto periódico y se puedan incentivar otros talentos.
Encima, hace hincapié en ocasionar programas interiormente de las empresas que permitan desarrollar esas habilidades o talentos, así como refrescar y modernizar las políticas, especialmente para cumplir con las dinámicas de las nuevas generaciones que comienzan a trabajar.
Creditos a Fernando Guarneros Olmos
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