Un equipo internacional de astrónomos descubrió el planeta fuera del sistema solar más brillante nunca detectado hasta el momento, según señala un estudio publicado en la revista Astronomy and Astrophysics.
El flamante mojado LTT9779b fue descubierto gracias a unas imágenes captadas por el telescopio de la Agencia Espacial Europea, Cheops, y su tamaño es aproximadamente, cinco veces la superficie de la Tierra,
Enclavado a más de 260 primaveras luz de la Tierra, en un radio que los astrónomos llaman “desierto caliente de Neptuno», y en la cual, según afirman, los planetas de ese tamaño no deberían existir, se comercio del primer exoplaneta que logra igualar el brillo mínimo menos que de Hermosura, el objeto más brillante del bóveda celeste noctámbulo – a excepción de la Cristalera-, conocido hasta el presente.
Si perfectamente la temperatura de su cara iluminada se eleva hasta los 2,000 grados – temperatura considerada demasiado elevada para que se formen nubes-, el LTT977b refleja el 80% del total de la luz de la hado más o menos de la cual orbita en escasamente tan solo 19 horas, lo cual indica la extraña presencia de las nubes que desconcertaron a los especialistas.
«Era positivamente un enigma, ya que la formación de estas nubes se produce de la guisa en la que se realiza la condensación en un baño a posteriori de una ducha caliente«, explicó Vivien Parmentier, investigador del Observatorio de la Costa Garzo, en un comunicado de prensa.
“Como el objeto del agua muy caliente en un baño, una corriente enardecido de metal y silicato sobresatura la entorno de LTT9779b hasta que se forman esas extrañas nubes metálicas”, agrego el principal autor del estudio.
Adicionalmente, los científicos lograron determinar que esas nubes metálicas actúan como un espejo, reflejando la luz y evitando, de esa guisa, que la entorno se desintegre.
“Las nubes de este ciclópeo y desconocido exoplaneta actúan un poco como un escudo, como los que protegen a las naves espaciales en los viejos episodios de la serie ‘Star Trek'», comentó, a AFP, Maximilian Guenther, a cargo del tesina Cheops de la Agencia Espacial Europea (ESA).
“Esta investigación marca un paso importante porque demuestra cómo un planeta del tamaño de Neptuno puede sobrevivir en un entorno así”, concluyó el sabio.
Creditos a Luis Rodriguez
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