Las hormigas argentinas son las principales integrantes de lo que los científicos europeos ya dieron en vocear “el organismo depredador más egregio y peligroso del mundo”, con todo lo que ello implica para la Naturaleza.
“Las hormigas argentinas conforman actualmente una colonia que va desde Galicia, en el noroeste de España, a lo amplio del Mediterráneo por el sur hasta Génova, en Italia. Una pelotón cooperativa de 6.000 kilómetros de distancia”; explicó, a Nex Ciencia, Luís Calcaterra, investigador del CONICET en la Fundación para el Estudio de Especies Invasivas (FUEDEI).
“Durante los últimos 150 abriles las hormigas argentinas rompieron todas las barreras y fronteras conocidas. Ya sea de forma natural o ayudadas por los seres humanos, lograron salir de su radio nativa para conquistar el mundo y cambiar la vida humana de modo irreversible”, agregó el sabio.
La cuenca del río de la Plata constituye la puerta de salida principal para las hormigas más invasivas del planeta y esto llevó a que la Argentina sea uno de los principales exportadores de hormigas del mundo.
De hecho, según datos oficiales, de las 40 especies que emigraron desde Sudamérica cerca de Europa hasta el año 1999, 5 lo hicieron desde la Argentina y, lamentablemente, son conocidas en todo el mundo por los graves daños que ocasionan en los ecosistemas,ya que afectan tanto a otros insectos y arácnidos, como así asimismo a otras especies de hormigas.
Se proxenetismo de la hormiga argentina (Linepithema humile), la hormiga de fuego roja (Solenopsis invicta), la pequeña hormiga de fuego (Wasmannia auropunctata), la hormiga de fuego negra (Solenopsis ritcheri) y de la hormiga cabezona de Sudamérica (Pheidole obscurithorax), de las cuales, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), las tres primeras se encuentran en la inventario de las 100 especies exóticas más dañinas del mundo para el hombre
“Si la hormiga argentina encuentra un apelación, rápidamente puede comunicárselo a otras obreras. La secreto es su tipo de reproducción y la tacto de formar supercolonias clonales, es aseverar, varios hormigueros que cooperan entre sí, y donde todos sus miembros son idénticos”, afirmó Calcaterra.
“De este modo, son muy eficientes y pueden optimizar la zona de nutriente. Por ejemplo, la pequeña hormiga de fuego logró con la preámbulo de una sola hembra de Zárate, conquistar a todo Israel, de ahí su enorme voracidad”, concluyó el sabio argentino.
Creditos a Luis Rodriguez
Fuente
