El Consejo Normal de Economistas de España (CGE), delante la convocatoria de Elecciones Generales para el próximo 23 de julio, ha manufacturado un documento en el que se epítome las «tareas esenciales que el próximo Gobierno» debe acometer para «reforzar la hacienda española».
«El adelanto electoral coincide con el momento en el que, tres primaveras y medio a posteriori, hemos vuelto a la casilla de salida en términos macroeconómicos, habiendo recuperado el nivel de PIB vivo previo a la pandemia», explica el documento. Por ello, el CGE «cree que creemos que es bueno explotar el momento para subrayar algunas cuestiones fundamentales en materia de dictamen de la situación económica y, a partir de ello, destacar algunos puntos que parecen fundamentales para el futuro Gobierno, sea del color político que sea«, añadieron.
La asamblea que ahora termina, continuaron, «ha estado marcada, como insignificante, por dos hechos de la máxima relevancia». Por un flanco para los economistas la pandemia ha dejado una profunda huella en nuestra estructura social y económica, con unos costes muy elevados para el tejido productivo «que nos han alejado de la senda de la convergencia con la Unión Europea». Pero, por otro flanco, destacaron que en menos de tres primaveras se ha entregado un paso de superhombre en la construcción europea con la primera lanzamiento de deuda conjunta y la creación del software Next Generation, del cual España ya ha recibido 37.000 millones de los «más de 144.000 millones a los que deberíamos optar en los próximos primaveras».
Siete claves de los economistas para el futuro Gobierno de España
Una vez puesto en marcha este angurriento software Next Generation, la envés a la «normalidad invita a pensar en medidas tanto de corto como de medio y espacioso plazo para aventajar los desequilibrios económicos que aparecieron durante la pandemia o fueron agravados por la misma». A continuación, presentamos las claves que los economistas ofrecen al futuro Gobierno para reforzar la hacienda española:
1 – Frente a la amenaza de que la partida de los intereses de la deuda supere el 3,5% del PIB en 2024, parece arreglado detener cuanto antaño el crecimiento nominativo de la misma (y aminorar más rápidamente su peso en el PIB) para no ocasionar un sorpresa “bulo de cocaína” en el futuro inmediato. Así lo hemos transmitido recientemente en nuestro Observatorio Financiero y así advierte la AIReF, que pronostica que, de seguir así, se producirá un aumento en la ratio de deuda sobre PIB para 2030.
2 – No sólo tenemos un problema de deuda acumulada hasta la vencimiento, sino el aventura de un ritmo de acumulación aún veterano en los próximos primaveras adecuado a diferentes macrotendencias. Desde las políticas de mitigación y habilitación al cambio climático a las crecientes evacuación asistenciales por el envejecimiento de la población pasando por el refuerzo de la seguridad
y defensa europeas, sin olvidar el gran capítulo de compra presente y futuro que son las pensiones públicas, observamos que la presión sobre los presupuestos irá en aumento y, por consiguiente, es conveniente manejar con prudencia el endeudamiento presente para tener capacidad de representación en el futuro.
3 -Para atracar estos desafíos sobre la sostenibilidad de las cuentas públicas, un hecho esencia es la recuperación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, suspendido en los últimos primaveras por motivo de la pandemia. Así, tener unas cuentas públicas saneadas y un cargo estructural cercano al 0% evita una competencia entre el Estado y el sector privado a la hora de vislumbrar financiación en los mercados (máxime cuando los tipos de interés seguirán subiendo y la solvencia irá escaseando en los próximos meses), adicionalmente de acumular un ganancia de maniobra que es necesario
en los momentos de crisis. Por ello, nos parece arreglado ser ambiciosos e ir más allá del objetivo de cargo del 3% del PIB para 2024, mediante una revisión tanto de las políticas de compra como de la fiscalidad, convirtiendo ambas en herramientas que ayuden a la competitividad de las empresas, al economía emparentado y a la sostenibilidad económica de los servicios públicos esenciales, siempre buscando expandir las bases imponibles y la dirección pública competitiva.
4 – A los ciudadanos les preocupa qué ocurre con los salarios y el ofensa de un 10% de la renta vivo emparentado en los últimos cuatro primaveras. Pero asimismo les preocupa la volatilidad de los contratos laborales, las horas trabajadas y su estabilidad en el empleo. El próximo Gobierno tiene por delante el duelo de explorar iniciativas para dar más estabilidad vivo al empleo y mejorar la eficiencia del mercado a la hora de casar ofrecimiento y demanda para dos segmentos de la población especialmente afectadas: los jóvenes y los mayores de 50 primaveras, que concentran el gordinflas del desempleo, tal como hemos apto en diferentes ocasiones desde el Consejo. Al mismo tiempo, es necesario contener los costes laborales vía menores impuestos sobre el ejecutor trabajo.
5 – Entre los economistas hay un consenso amplio en torno al círculo virtuoso entre formación profesional, habilitación de las titulaciones universitarias a la existencia del mercado, digitalización, reciclaje de los trabajadores y aumentos de la productividad. El Porción de España destacaba especialmente la cuestión de los niveles de formación y habilitación al mercado de trabajo. Para ello es necesaria una veterano y más estrecha colaboración público-privada, aumentar los volúmenes de inversión específica y un entorno regulatorio estable. Parece evidente la falta de aplicar reformas sobre el entorno educativo y una táctica de modernización de sectores productivos, muchos de ellos abocados a una reconversión económica y gremial.
6 – La pandemia y las medidas anticrisis de los últimos tres primaveras han hecho hendidura en la calidad de los servicios públicos, poco que los ciudadanos perciben y destacan en las encuestas de opinión pública. Creemos que elevar los niveles de inversión, sabiendo priorizar el compra en lo importante con criterios de eficiencia y recuperar la presencialidad y trato directo con el ciudadano por parte de la Compañía, son tareas básicas que merecen acuerdos generales de las fuerzas políticas para que sean estables en el tiempo. Asimismo, es necesario priorizar compra y reorientar la estructura descentralizada de compra notorio, teniendo en cuenta que desde 2014 está caducado el sistema de financiación autonómica, lo que crea demasiados conflictos institucionales. Ha llegado el momento del acuerdo y del diálogo.
7- Es una premisa fundamental incrementar, como ya hemos indicado, la productividad, la tasa de actividad y/o el empleo. Todo ello pasa por acometer políticas públicas que valoren a las empresas, así como la importancia de trastornar en haber humano, tecnológico, natural e intangible, y asegurar e incentivar las políticas de avance sostenible y la seguridad jurídica en los ámbitos que más afectan a los ciudadanos (p. ej. el caso de la vivienda). El respeto al mérito, sin dejar a nadie a espaldas, ha de ser un valencia esencial de un maniquí que asegure y respete la igualdad de oportunidades. A esto debe dedicarle tiempo el próximo gobierno con unas políticas activas de medio y espacioso plazo que tengan como foco el continuar dibujando un maniquí productivo reconocible y fácilmente explicable tanto en el interior como fuera de nuestras fronteras. Por postrer, y dada la importancia que para nuestro país tienen los órganos reguladores y supervisores de los diferentes aspectos económicos, sería conveniente seguir apoyándolos y potenciándolos para que puedan continuar desarrollando adecuadamente su función, como hasta la vencimiento, función ésta que
resulta fundamental en una hacienda abierta como la nuestra.
Creditos a: Sol Galindo
