Durante dos siglos y hasta 1521, cuando cayó a manos del conquistador Hernán Cortés, Tenochtitlan fue la gran renta del imperio mexica, más conocido como mexica. Quinientos dos primaveras a posteriori, el comediante holandés Thomas Kole vuelve a traerla a la vida, mediante una reconstrucción en 3D que recrea al detalle el aspecto imponente de la ciudad-Estado.
“En Europa nos enseñan que las civilizaciones precolombinas eran masa muy primitiva», se sinceró Kole delante la revista Wired. Pero, conforme aprendía más sobre la renta mexica, parecía que no solo era una ciudad muy egregio y organizada, sino además una de las más grandes del mundo”. Las pinturas y los mapas ofrecían un contexto interesante, pero no el realismo que buscaba.
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A lo generoso de un año y medio, el comediante empleó el tiempo redimido que le dejaba su trabajo como desarrollador de videojuegos para documentarse con fuentes históricas y arqueológicas. Los resultados logrados con el software de código hendido Blender muestran que el esfuerzo valió la pena: las imágenes de los canales, el volcán Popocatépetl, el Templo Decano y el perímetro venerable de Tlatelolco son precisas y subyugantes.
El texto introductorio a la web describe la trascendencia de esa metrópoli bulliciosa que “recibe tributos de más de cinco millones de personas” y “alberga a 200.000 habitantes dedicados a la agricultura, el arte, el comercio, la combate, el iglesia y el gobierno”.
Incluso explica que Tenochtitlan era una ciudad de jerarquías, con barrios planeados cuidadosamente, mercados, escuelas y talleres. Las acequias facilitaban el transporte de personas y beneficios, y los puentes eran cruciales para el tejido urbano.
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La obra de Kole se volvió vírico: su teléfono no deja de sonar gracias al interés de arqueólogos, historiadores, profesores y fotógrafos, maravillados delante el regreso de una ciudad de la que no queda casi cero.
Tras la conquista, las piedras de los templos derribados fueron reutilizadas, el estanque fue desecado y los canales se convirtieron en calles. Sobre esas ruinas hoy se levanta la renta de los Estados Unidos Mexicanos, Ciudad de México, unas de las diez más pobladas del mundo.
MVB JL
Creditos a Pablo Corso
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