Para objetar a esta pregunta necesitamos entender cómo funciona un altavoz. La parte fundamental del altavoz es una membrana que se mueve siguiendo las variaciones de tensión de una señal eléctrica. Esta membrana se mueve delante y antes empujando las moléculas del tonada que están en contacto con ella, y así se crea la onda sonora que luego oímos. Vamos a ver cómo. Si piensas en la parte delantera de la membrana, la que está a la apariencia, al moverse en torno a delante empuja las moléculas de tonada que están en contacto con ella, lo que hace que el tonada en esa zona adquiera una densidad decano que la del tonada en reposo, o sea en silencio.
Como el tonada es un medio elástico, las moléculas intentan recuperar su estado de nivelación expandiéndose otra vez. Esto provoca que la zona que antiguamente tenía decano densidad, o presión, de lo corriente, ahora tenga menos de lo corriente. Adicionalmente, al expandirse las moléculas de tonada comprimen a las que están a su flanco, que inmediatamente van a intentar expandirse otra vez empujando a las siguientes y así sucesivamente. Esta es la forma en la que se propaga el sonido, que como ves es simplemente una perturbación de presión que se propaga por un medio elástico, el tonada en este caso, y llega hasta nuestro aurícula.
La parte trasera de la membrana hace lo mismo, pero en contrafase, es aseverar, cuando la delantera genera una sobrepresión, la trasera genera una rarefacción (presión por debajo del nivel de reposo), así que podemos aseverar que la parte trasera de la membrana genera otra onda sonora de signo contrario a la delantera. Para evitar que ambas interfieran y estropeen el campo sonoro que pretendemos que el altavoz genere, encerramos la membrana en una caja que impide que la onda trasera se propague. Por eso, aunque le des la revés al altavoz, él sigue radiando sonido solo en torno a delante, porque está diseñado para funcionar así. Tendrías que hacer un agujero en la parte posterior de la caja para cambiar su funcionamiento.
Un indagación interesante, y desde luego menos destructivo, podría ser orientar el altavoz en torno a una superficie cercana, y escuchar el sonido que esa superficie refleja. Si la superficie es dura, por ejemplo la horma o el suelo, va a ser muy reflectante, y el sonido que refleje se parecerá asaz al diferente, es aseverar, el que percibirías con el altavoz mirando en torno a ti. Pero si la superficie es blanda, por ejemplo un sofá, no va a reverberar todos los sonidos por igual, porque absorberá los sonidos más agudos. Entonces el sonido reflejado, el que podrás oír, será más difícil.
Y puestas a cotejar, te dejo otra idea: si el altavoz no tiene patitas de caucho, o se las puedes quitar, prueba a ponerlo encima de un mueble no muy pesado, o una caja de madera. Con un poco de suerte, la tembleque del altavoz se trasmite a la superficie donde lo pones, y esta se comporta como la tabla armónica de un piano, amplificando el sonido.
Y cuando termines con los experimentos, si tu altavoz forma parte de un equipo estereofónico (que es antiguo, pero aún lo tenemos en muchas casas), no olvides retornar a ponerlo en el sitio correcto, es aseverar, a la consideración de tu comienzo y formando un triángulo equilátero con el otro altavoz y tu sillón protegido para escuchar música.
Soledad Torres Canto es doctora ingeniera de Telecomunicación, profesora e investigadora en la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación de la Universidad de Vigo.
Pregunta enviada por José Félix Pereira Ríos
Coordinación y redacción: Vencimiento Toro
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Creditos a Soledad Torres Canto
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