A pesar de la sensación de cataclismo que a veces proyecta el mundo, y por qué no la Argentina, la tasa mundial de suicidios lleva tres décadas a la herido.
Las crisis económicas, políticas, sociales y climáticas no fueron obstáculo para que la humanidad lograra ralentizarla, gracias a una alternativa tan sencilla como efectiva: la restricción de medios, es proponer, la reducción del llegada a los métodos usados para quitarse la vida.
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Durante los últimos 30 primaveras, las muertes por suicidio vienen cayendo en forma lenta pero consistente. Entre 2000 y 2016 bajaron un tercio, según la revista Wired . La tendencia es clara en los dos países más poblados del mundo.
Entre 1990 y 2016 hubo caídas del 15% en India y el 60% en China, donde el crecimiento financiero mejoró la estabilidad material de millones de personas, mientras el éxodo a las ciudades dificultaba el llegada a pesticidas, cuya ingesta es uno de los métodos de suicidio más comunes en zonas pobres y rurales.
La Estructura Mundial de la Salubridad estima que casi el 80% de los suicidios suceden en los países de ingresos bajos y medios. La excepción es Estados Unidos, donde la tasa saltó un 35% entre 2000 y 2018, para convertirse en la segunda causa de asesinato en niños de 10 a 14 primaveras y jóvenes de 20 a 35.
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La proliferación de armas de fuego pareciera ser el motivo evidente y los suicidios representan más de la fracción de las muertes producidas por esa vía. El aumento asimismo está impulsado por el racismo estructural, el desempleo, el endeudamiento, la avalancha de opioides y un maniquí social que propone cada vez más aislamiento.
Aunque la restricción de medios no va al corazón de un drama unido a padecimientos personales e injusticias sociales, resulta especialmente efectiva cuando se manejo de sancionar leyes de control a las armas, absolver obstáculos en construcciones altas y someter la capacidad de los blísteres de medicamentos.
“El suicidio es con frecuencia un acto no planificado”, asegura Wired. El tiempo que pasa entre el impulso y el acto puede ser de escasamente cinco minutos, con lo cual someter el llegada a los métodos permite que transcurra ese traspié crítico, y en la mayoría de los casos no se repita el intento.
Número del Servicio de Salubridad: en Argentina hay un suicidio cada tres horas
Qué pasa en Argentina
En marzo del año pasado, el Servicio de Seguridad publicó un referencia que asimismo confirma la tendencia descendente en Argentina. En 2020, final año relevado, la tasa de suicidios fue de 7,6 por cada 100 mil habitantes, contra los 8,7 de 2019 y los 9,3 de 2018. Aun así, sigue siendo la principal causa de asesinato violenta en el país, seguida por los accidentes viales y los homicidios dolosos.
El mismo documento difundió algunos consejos para advertir el suicidio, como rebuscar los signos de alerta, aislamiento, persistencia de ideas negativas, dificultad para tomar, pernoctar y trabajar, lloriqueo inconsolable y cambios de conducta repentinos, respetar las diferentes expresiones de sentimientos de la persona que sufre, y mostrar interés y apoyo en dirección a ella.
Al gran pueblo, argentino, ¡vigor (mental)!
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ADP JL
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Creditos a Pablo Corso
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