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Microsoft ficha a Sam Altman para liderar un laboratorio de inteligencia sintético | Tecnología


El culebrón que tenía en vilo a Silicon Valley se ha resuelto en casi nada un fin de semana. Sam Altman, cofundador y mentor delegado de OpenAI, la empresa responsable de ChatGPT, fue despedido por sorpresa el viernes. El sábado, varios pesos pesados de OpenAI dejaron la compañía como respuesta al cese fulminante de Altman. El domingo se especuló con que la concilio de OpenAI estaba considerando readmitirle tras aceptar presiones. Hoy lunes, el mentor delegado de Microsoft, Satya Nadella, ha confirmado que Altman, de 38 abriles, ficha por el cíclope tecnológico (que, a su vez, participa en OpenAI), donde liderará un “nuevo equipo de investigación vanguardia de inteligencia sintético”.

“Sam Altman y Greg Brockman, pegado con otros colegas, se incorporarán a Microsoft para dirigir un nuevo equipo de investigación vanguardia en IA. Esperamos efectuar con celeridad para proporcionarles los posibles necesarios para su éxito”, ha publicado en X (antigua Twitter) Nadella este lunes por la mañana. Brockman era el presidente de OpenAI hasta que, cuando se hizo notorio el despido de Altman, renunció al cargo por solidaridad. “Basándome en las noticiario de hoy, renuncio”, tuiteó el viernes por la indeterminación.

Altman ha sido durante el postrero año la cara visible de la revolución de la inteligencia sintético (IA) generativa, la que hace posible los chatbots inteligentes como ChatGPT. Según han publicado varios medios estadounidenses durante las últimas 48 horas, la atrevimiento de la concilio de OpenAI de cesar a Altman habría estado liderada por un clase de ejecutivos partidarios de contener el potencial de la IA para que en un futuro no pueda suponer una amenaza para la humanidad.

“En pocas palabras, el comportamiento de Sam y la error de transparencia en sus interacciones con la concilio socavaron la capacidad de la concilio para supervisar eficazmente la empresa de la guisa que se le había encomendado”, dice un memorando interno de la concilio de OpenAI al que ha tenido ataque The New York Times. Así explican oficialmente la “pérdida de confianza” en el hasta entonces mentor delegado de la start-up.

Nadella quiere que Altman trabaje de forma independiente en el interior de Microsoft, en un laboratorio de innovación adherido a la empresa pero con menos ataduras a su estructura. La opción de Altman al frente de esta mecanismo contrasta con las cautelas de la concilio de OpenAI que llevaron a echar al nuevo ejecutor. El movimiento se interpreta como un mensaje: Nadella quiere que Altman trabaje en IA sin constricciones, que no se vea acotado por las precauciones que ahora quiere tomar la concilio de OpenAI en el crecimiento de su tecnología.

El seleccionado para tomar las riendas de OpenAI es Emmett Shear, exdirector ejecutor de Twitch, pese a que la concilio colocó el mismo viernes a Mira Murati, directiva de OpenAI desde hace muchos abriles, como máxima responsable interina de la empresa tras el despido de Altman.

Levantamiento en OpenAI

Horas a posteriori de conocerse el fichaje de Altman por parte de Micrososft, un clase de unos 500 empleados de OpenAI (de un total de 700) mandaron una carta a la concilio amenazando con irse de la compañía y fichar por Microsoft si esta no recuperaba a Altman y Brockman y los volvían a poner al frente de las operaciones. “El proceso a través del cual [la junta] despidió a Sam Altman y destituyó a Greg Brockman (…) ha socavado nuestra representación y nuestra empresa. (…) Los debajo firmantes podemos optar por renunciar a OpenAI y unirnos a la recién anunciada filial de Microsoft dirigida por Sam Altman y Greg Brockman. Microsoft nos ha asegurado que hay puestos para todos los empleados de OpenAI en esta nueva filial si decidimos unirnos. Daremos este paso de forma inminente, a menos que todos los miembros actuales del consejo dimitan, y el consejo nombre a dos nuevos directores independientes principales, como Bret Taylor y Will Hurd, y restituya a Sam Altman y Greg Brockman”, lee la misiva, a la que ha tenido ataque Wired.

Entre los firmantes de ese comunicado se encuentra Ilya Sutskever, responsable de tecnología de la compañía, a quien se había imputado de instigar el despido de Altman. “Me arrepiento profundamente de deber participado en las decisiones de la concilio. Nunca quise hacer daño a OpenAI”, tuiteó poco a posteriori de difundirse la carta.

El dispersión de ChatGPT el 30 de noviembre de 2022 situó de repente en el carta a OpenAI, una empresa hasta entonces relativamente desconocida. Se sabía de ella que tenía entre sus inversores a Elon Musk y a compañías como Microsoft. El tremendo éxito del chatbot, sin retención, propició una carrera entre las grandes tecnológicas por tratar de liderar el crecimiento de esta cambio de la IA.

Microsoft se movió rápido y anunció en enero de 2023 la inversión de 10.000 millones de dólares en OpenAI para aumentar su alianza con la nuevo empresa, de la que ya era socia, e impulsar su negocio de la IA. El fichaje de Altman y Brockman, los máximos responsables de la startup, supone el prendedero de esa unión fría de OpenAI.

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Creditos a Manu González Pascual

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