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Microsoft entra en el consejo de OpenAI como observador, pero sin derecho a voto | Tecnología


Ya es oficial. Una semana luego del principio de acuerdo, OpenAI ha anunciado este miércoles que Sam Altman vuelve a ser de nuevo el dirigente de la empresa, aunque no será miembro, al menos por ahora, de su consejo de sucursal. Solo sobrevive un guía, Adam D’Angelo, al que se suman Bret Taylor, nuevo presidente del consejo, y Larry Summers, vocal. Hay una novedad: Microsoft entra en el consejo como observador, aunque sin derecho a voto. El anuncio oficial ha venido acompañado de un mensaje de Altman repleto de agradecimientos en el que fija todavía sus prioridades. Tras un par de semanas frenéticas, Altman reconoce: “Estoy seguro de que se escribirán libros sobre este periodo”.

Entre esas prioridades está mejorar la gobernanza de la propia OpenAI. Un consejo muy pequeño ha puesto al borde de la desaparición a la compañía que ha popularizado la inteligencia fabricado con su ChatGPT. Ahora, los tres consejeros tendrán como tarea formar un consejo con perspectivas diversas, mejorar la estructura de gobierno y supervisar una investigación independiente sobre lo que ha ocurrido. “Espero trabajar estrechamente con ellos en estos pasos cruciales para que todos puedan estar”, ha indicado Altman.

“Construiremos un consejo calificado y diverso de personas excepcionales cuya experiencia colectiva represente la amplitud de la tarea de OpenAI, desde la tecnología hasta la seguridad y las políticas. Nos complace que este consejo incluya un observador sin derecho a voto de Microsoft”, ha indicado en otro mensaje el nuevo presidente, Bret Taylor, que todavía ha anunciado la creación de una comisión independiente del consejo para supervisar una revisión de los acontecimientos recientes. “Mejoraremos la estructura de gobernanza de OpenAI para que todas las partes interesadas (usuarios, clientes, empleados, socios y miembros de la comunidad) puedan encomendar en que OpenAI seguirá prosperando”, ha añadido Taylor.

Altman se refería todavía a los directivos del gigantesco informático, empezando por Satya Nadella, su guía delegado: “Han sido socios increíbles a lo liberal de todo esto, con exactamente las prioridades correctas en todo momento. Nos respaldaron y estaban listos para darnos la bienvenida a todos si no podíamos ganar nuestro objetivo principal. Claramente, tomamos la atrevimiento correcta al asociarnos con Microsoft y estoy entusiasmado de que nuestro nuevo consejo los incluya como observador sin derecho a voto”, desvela Altman.

Microsoft ha comprometido una inversión de 13.000 millones de dólares en la compañía, pero eso no le otorga derechos políticos. Se enteró del despido de Altman poco ayer de que se hiciese divulgado. La compañía, que se juega mucho en OpenAI, quiere nuevas garantías o, al menos, no vestir de nuevo un susto como el flamante sin previo aviso. El billete ha impuesto su ley en la resolución de la crisis, ya que la incorporación valoración de OpenAI permitirá hacer millonarios a buena parte de los empleados y atraer inversión para financiar sus investigaciones.

Unido a los cambios en la gobernanza, las otras dos prioridades inmediatas, según Altman, son la investigación y los clientes. Es proponer, por un flanco, avanzar en el plan de investigación, al tiempo que la compañía invierte más en seguridad, y, por otro, continuar mejorando e implementando los productos y sirviendo a los clientes.

Altman vuelve como primer ejecutor y Mira Murati, que fue su sustituta interina, regresa al puesto de jefa de tecnología. Greg Brockman, cofundador y principal partidario de Altman, recupera un puesto denominado todavía presidente, pero que no es presidente del consejo.

“Nunca he estado más entusiasmado con el futuro. Estoy extremadamente agradecido por el arduo trabajo de todos en una situación poco clara y sin precedentes, y creo que nuestra resiliencia y espíritu nos distinguen en el sector. Me siento muy, muy admisiblemente acerca de nuestra probabilidad de éxito para ganar nuestra tarea”, ha señalado Altman en su comunicado.

“A todos ustedes, nuestro equipo: estoy seguro de que se escribirán libros sobre este período y espero que lo primero que digan sea lo maravilloso que ha sido todo el equipo. Ahora que hemos pasado por todo esto, no perdimos ni un solo empleado. Se mantuvieron firmes el uno por el otro, por esta empresa y por nuestra tarea. Una de las cosas más importantes para el equipo que construye la inteligencia fabricado universal de forma segura es la capacidad de manejar situaciones estresantes e inciertas y perseverar un buen razón en todo momento. Las mejores notas. Gracias a todos”. El dirigente de OpenAI se prodiga tanto en los agradecimientos que hasta da las gracias a quienes le despidieron. Asimismo da las gracias a Brian Chesky, guía delegado de Airbnb, que actuó como intermediario para pacificar la situación.

Una de las consejeras independientes que apoyó la destitución de Altman y que ha dimitido este miércoles, Helen Toner, ha destapado un hilo en la red social X para comprender. Ha dicho que sus acciones se han oportuno a su “compromiso con la tarea de OpenAI”. “Se ha escrito mucho sobre la última semana o dos; seguramente se dirá mucho más. Por ahora, la reunión entrante ha anunciado que supervisará una revisión independiente completa para determinar los mejores pasos a seguir. Para ser claros: nuestra atrevimiento se refería a la capacidad del consejo para supervisar eficazmente la empresa, que era nuestra función y responsabilidad. Aunque ha habido especulaciones, no nos motivó el deseo de detener el trabajo de OpenAI”, ha explicado.

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Creditos a Miguel Jiménez Cabecera

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