Skip to content Skip to footer

la empresa mexicana que produce bocinas de la calidad de un Ferrari


Con el surgimiento de todas las nuevas tecnologías y el expansión en la industria del audio y las bocinas, ¿cómo lograron adaptarse y sobrevivir?

No puedes pelearte con el mundo. Nosotros somos ingenieros, todo tiene sus ventajas y desventajas, pero hay que exprimir lo bueno de las tecnologías. De 2000 a 2010 fueron épocas en las que nadamos contracorriente, educando al consumidor (…) pero podemos aseverar que en México hacemos las cosas, y proporcionadamente hechas. Encima, nuestras bocinas compiten en desempeño y funcionalidad con lo que hay internacionalmente y eso se vuelve un trabajo de picar piedra. No es de la oscuridad a la mañana. Son primaveras de trabajo que sentaron las bases.

Hay muchas compañías extranjeras que están logrando ofrecer audio de suscripción calidad a un precio más accesible. ¿Cómo compiten contra ellas?

En México hay una distorsión de mercado porque nuestros competidores reales no están llegando. Vamos a shows internacionales, donde presentan entre 80 y 100 marcas y constantemente estamos en el top cinco, pero los costos de nuestros competidores pueden ascender hasta 70 mil dólares.

Nosotros diseñamos y manufacturamos todo. Nuestro producto es 100% mexicano, incluyendo el hecho de que importamos ciertos componentes especializados porque no están en México las fábricas (…) Pero una vez teniendo el concepto, el ampliación tecnológico y electrónico de nuestras bocinas, vemos con diferentes proveedores y los buscamos por ciudad. Por ejemplo, la madera que usamos es de tzalam y la traemos de comunidades de la península de Yucatán, certificadas (..) Somos un equipo de 17 personas que hacen todo.

¿Cómo garantizan la exclusividad de sus productos?

Son producciones limitadas. Hacemos de un producto 20 o hasta 60 en un año, falta más. Vienen con un número de serie y próximamente vamos a poner quién lo hizo, revisado por quién, de cuántas piezas. Son productos de muerto producción.

Son 40 primaveras de hacer nombre. Es como un taller de relojería suizo, hacemos pocos utensilios al año, pero los clientes mismos te van trayendo a otros clientes. El hacer proporcionadamente las cosas va dando paso a darse a conocer. Nuestro sector no es sólo el del audiófilo, es de la familia que le gusta lo bueno.

¿Cómo impactan sus bocinas al resto de la industria?

No somos un producto “Me too” que agarra un ejemplar de 1940, un circuito ya hecho y diseñado y le cambia los utensilios a la nueva tecnología. Tenemos un ampliación por detrás. Funcionamos completamente diverso y, en México, lo importante es que tenemos una identidad doméstico y somos un ejemplo de que sí se tiene la capacidad de hacer cosas y tener industrias de parada nivel.

¿Se han enfrentado a la desliz de talento especializado?

La desliz de talento es universal en un campo de acción en la que estás abriendo brecha. Pero hablo del talento especializado, no de capacidad. Como estamos metiéndonos en nuestra propia brecha, no estamos tomando poco de los demás, se va capacitando a la familia de acuerdo a lo que estamos creando.

Es más un tema de tiempo de capacitación de la familia que de talento. Necesitas conocimientos básicos para hacer lo que hacemos, pero la investigación que traemos nosotros es poco que enseñamos a nuestra familia porque no te lo dice ningún ejemplar. Por ejemplo, estamos haciendo los próximos papeles para la Audio Engineering Society (una revista científica de la veterano asociación mundial de ingenieros de sonido) sobre cómo se debe de desarrollar un equipo de audio, con qué utensilios, partes tecnológicas y nuevos modelos de medición.



Creditos a Ginger Jabbour

Fuente

Leave a comment

0.0/5