La sequía mundial y la crisis climática se vio reflejada en julio de 2023 cuando las temperaturas registraron un incremento del 0,33º C más que el antedicho récord de julio de 2019, según lo anunció el observatorio europeo Copernicus.
«Acabamos de ser testigos de nuevos récords tanto para la temperatura universal del gracia como de la superficie de los océanos en julio. Estos récords tienen consecuencias nefastas para las poblaciones y el planeta, que están expuestos a fenómenos más extremos, frecuentes e intensos», subrayó Samantha Burgess, subdirectora del servicio europeo Copernicus sobre Cambio Climático (C3S).
Por otra parte, Samantha Burgess agregó: «2023 es el tercer año más cálido hasta el momento con 0,43 grados por encima del promedio nuevo» y «una temperatura media universal en julio de 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales».
«Aunque todo esto sea solo temporal, muestra la aprieto de realizar esfuerzos ambiciosos para ceñir las emisiones globales de gases de finalidad invernadero, que son la principal causa de estos récords», concluye Burgess.
Incendios en Grecia y Canadá, inundaciones en Italia, olas de calor al sur de Europa, ártico de África, sur de Estados Unidos, China y los 66.7°C en Irán reflejan los signos del calentamiento universal provocado por las actividades humanas -empezando por el uso de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas)-.
Crisis climática: el Ártico se calienta cuatro veces más que el resto del planeta
Futuro cálido
Según el crónica Copernicus, «para 2023 se calma un final de año relativamente cálido por el incremento del aberración de El Chaval».
En ese sentido, el secretario común de la OMM, Petteri Taalas, afirmó: “Los extremos meteorológicos sufridos por millones de personas en julio no son más que la dura existencia del cambio climático y un adelanto de lo que nos reserva el futuro”.
Consecuencias calentamiento oceánico
Por otra parte de la sequía, el calentamiento universal asimismo repercute en la superficie oceánica y en la masa de hielo marino. De acuerdo con el sistema de medición de Copernicus, las temperaturas «inusualmente altas” en abril sumadas a los niveles récord en julio repercuten hasta los 10 metros de profundidad de los océanos.
«En el conjunto del mes, la temperatura media mundial de la superficie del mar se situó 0,51 °C por encima de la media de 1991- 2020”, detalla el crónica. Sin requisa, la Oficina Doméstico de Dependencia Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, negó los resultados del observatorio y señaló que la superficie acuarela se modificó a 20 centímetros de profundidad.
Según Copernicus, el Atlántico Ártico se situó 1,05 °C por encima de la media en julio, porque «las temperaturas en la parte nororiental de la cuenca se mantuvieron por encima de la media y se registraron temperaturas inusualmente altas en el Atlántico noroccidental”.
Durante julio, la extensión del hielo marino meridional siguió batiendo récords para la época del año, con un valía mensual un 15 % inferior a la media.
NT CP
Creditos a Nicolás Turdera
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