La empresa SpaceX del magnate Elon Musk hace hoy la primera prueba de Starship, la nave con la que calma poder aceptar a hasta 100 pasajeros a la Vidriera y a Marte. La nave despegará hoy a borde del cohete Super Heavy, el más potente de la historia. La ventana del intento de tiro se abre hoy a de las tres de la tarde, hora peninsular española, desde la saco de la compañía cerca de la asiento tejana de Brownsville, en la costa del granuja de México.
Starship es parte fundamental de la nueva carrera espacial en torno a la Vidriera que lidera Estados Unidos. La nave reutilizable será en teoría la encargada de aceptar a la superficie de la Vidriera a los primeros astronautas en más de 50 primaveras: una mujer y una persona no blanca, según los planes de la agencia espacial estadounidense, que tiene un arreglo millonario con la empresa de Musk para el uso de Starship. La aniversario elegida es 2025, aunque está por ver que la nave esté serie para entonces.
Este será el primer planeo del Super Heavy acoplado a la nave Starship, aunque SpaceX sí ha realizado encendidos de 31 de sus 33 motores que funcionan de forma simultánea.
La oportunidad de tiro de hoy es entre las tres y las cuatro y media de la tarde, hora peninsular española. Está previsto que el cohete reutilizable Super Heavy, un monstruo tan parada como un edificio de 40 plantas, impulse a la nave durante ocho minutos hasta ponerla en terreno de la Tierra. El transporte situado en la parte superior del cohete llegará hasta una prestigio de unos 240 kilómetros y volará durante 90 minutos. La aeroplano ha sido concebida para aterrizar en tieso y reutilizarse. La prueba de hoy solo se centra en el despegue y el planeo sin tripulación ni satélites, con lo que está previsto que tras su planeo, Starship caiga al océano Pacífico a unos 100 kilómetros al ideal de la isla de Kauai, en Hawái (Estados Unidos).
El domingo por la tarde Elon Musk rebajó las expectativas en una charla para usuarios de Twitter, la red social de la que incluso es dueño. Hay “un millón de razones” por las que puede salir mal la prueba, aseguró, y advirtió de que si ven riesgos abortarán el intento. “Hay muchas posibilidades de que se posponga, ya que vamos a ser muy cuidadosos con este tiro. Si sale mal, hay muchas cosas que pueden salir mal”, ha ducho. Una de las obsesiones del magnate y el resto de los 11.000 empleados de la compañía es que el despegue del cohete tenga éxito y se aleje lo más posible de la descomunal plataforma de tiro de 146 metros, que incluso está diseñada para repescar el cohete una vez utilizado. Pero en la prueba de hoy el artefacto caerá al mar en el Ensenada de México. Si el tiro de hoy se cancelase, SpaceX calma seguir intentándolo a lo generoso de esta semana.
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Creditos a Nuño Domínguez
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