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OpenAI, en manos de tres consejeros: quiénes son Bret Taylor, Larry Summers y Adam D’Angelo | Tecnología


OpenAI tiene una peculiar estructura empresarial. En la cúspide del género hay una sociedad sin humor de ganancia controlada por un consejo de distribución. No rinde cuentas a accionistas, inversores ni empleados de la compañía, sino que se debe a su representación de que la inteligencia sintético beneficie a la humanidad. Hasta el viernes pasado, el consejo tenía seis miembros: tres independientes y tres de los fundadores de la empresa. De todos ellos, solo uno, el fundador de Quora Adam D’Angelo, permanece cinco días posteriormente. Al consejo se han incorporado otros dos independientes: el exsecretario del Fisco Larry Summers y el expresidente de Twitter y ex consiliario delegado de Salesforce, Bret Taylor.

Sam Altman, este era no solo el primer ejecutor, sino además miembro del consejo. Anejo a él estaba Greg Brockman, que ejercía como presidente, y un tercer fundador, Ilya Sutskever, sabio caudillo. Encima de esos tres fundadores y empleados de la compañía, en el consejo había tres independientes: Adam D’Angelo, Tasha McCauley y Helen Toner. Los independientes destituyeron a Altman y Brockman con el apoyo de Sutskever, que luego se arrepintió de favor apoyado el topetazo. La presión de empleados e inversores ha provocado la revés de Altman como primer ejecutor, pero sin ser miembro del consejo. McCauley, Toner y Sustkever además cesan y el nuevo consejo queda compuesto por Bret Taylor como presidente, acompañado por D’Angelo y Summers.

Bret Taylor, de 43 primaveras, tiene una larga y variada carrera en Silicon Valley. En su currículum aparecen Stanford, Google, Facebook, Salesforce, Slack y Twitter, entre otras. Formado como informático en la Universidad de Stanford, empezó su carrera en 2003 en Google, donde formó parte del equipo que creó Google Maps. Dejó Google en 2007 y fundó la red social FriendFeed, que dirigió hasta que fue comprada por Facebook en 2009. Se unió a Facebook, donde fue popular caudillo de tecnología en 2010, un puesto que había ocupado antaño D’Angelo. No duró mucho. Dejó la red social en 2012 para fundar Quip, una firma de software en la cúmulo. La historia se repitió: Salesforce adquirió en 2016 la empresa que había fundado y Taylor acabó integrándose en la firma compradora. En Salesforce negoció la negocio de Slack, cerrada en 2021, y fue popular consiliario delegado solidario del género en noviembre de 2021, adjunto al fundador, Marc Benioff. Siquiera duró demasiado: un año posteriormente anunció que dejaba el cargo. En paralelo, fue popular en 2021 presidente del consejo de Twitter, sin tareas ejecutivas. Se mantuvo en el cargo hasta que Elon Musk adquirió la red social y disolvió el consejo. Pero antaño fue el que obligó a Musk a advenir por el aro cuando quería dar marcha detrás al acuerdo. Llega a OpenAI con un gran bagaje.

Larry Summers, de 68 primaveras, es el fichaje más sonado. Fue secretario del Fisco con Bill Clinton entre 1999 y 2001 y presidente del Consejo Financiero Franquista de la Casa Blanca con Barack Obama entre 2009 y 2011. Entre entreambos periodos, presidió la Universidad de Harvard de 2001 a 2006. Su salida fue poco traumática, pues dimitió a raíz de un comentario machista. Recibió un voto de reprobación por defender que las “diferencias innatas” entre hombres y mujeres podrían explicar el escaso número de mujeres en posiciones destacadas relacionadas con las matemáticas y la ciencia. Eso probablemente le cerró además la puerta a presidir la Reserva Federal primaveras más tarde. Pese a todo, es un economista de prestigio muy proporcionadamente relacionado en los círculos de poder del pasta y la política. Sus conexiones en Washington pueden ser aperos a OpenAI en un momento de gran pesquisa por la inteligencia sintético. Al tiempo, su racionalismo financiero sirve de cierta señal a los inversores de que tendrá en cuenta su posición. Él mismo ha trabajado para fondos y firmas de inversión y caudal aventura. “Cada vez más, creo que ChatGPT está tomando el licencia de la clase cognitiva”, escribió en la red social X en abril pasado.

Adam D’Angelo, de 39 primaveras, es el único que sobrevive en el seno del consejo. Ganó desde chavea premios como programador informático, fue director de tecnología de Facebook y además su vicepresidente de ingeniería hasta 2008. En junio de 2009, a los 25 primaveras, fundó la red social Quora, de preguntas y respuestas, adjunto a otro empleado de Facebook, Charlie Cheever. D’Angelo es el consiliario delegado desde su fundación. La compañía no cotiza en Bolsa, su maniquí de negocio no ha funcionado muy allá y su valoración es incierta, pero la fortuna de D’Angelo se estima en cientos o miles de millones de dólares, según las fuentes que se consulten. Ha sido inversor en empresas emergentes tecnológicas y de los independientes era el que tenía mejor relación con Altman. Lleva en el consejo de OpenAI desde abril de 2018 y siempre ha defendido que la firma no debe convertirse en una más de las grandes tecnológicas, sino proseguir su estructura como estructura sin humor de ganancia.

Los tres hombres son ahora el nuevo consejo de distribución de la estructura sin humor de ganancia que actúa como encabezamiento del género OpenAI. Lo natural es que ahora vayan eligiendo nuevos componentes para tener un consejo más amplio y diverso.

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Creditos a Miguel Jiménez Vanguardia

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