Según el documento, en caso de que Microsoft o Activision no quieran continuar con la operación, se deberán enriquecer 3,500 millones de dólares si es ayer del 29 de agosto o 4,500 millones si es entre esa aniversario y el 15 de septiembre.
“La atrevimiento nuevo en los Estados Unidos y las aprobaciones en 40 países validan que el acuerdo es bueno para la competencia, los jugadores y el futuro de los videojuegos”, comentó la supervisora de asuntos corporativos de Activision Blizzard, Lulu Cheng Meservey.
Aunque se esperaba que el trato se cerrara este 18 de julio, se hizo una primera extensión al 29 de agosto para conmover a un nuevo acuerdo y aliviar las preocupaciones de la Autoridad de Mercados y Competencia (CMA) del Reino Unido.
Phil Spencer, CEO de Microsoft Gaming, se dijo “eufórico” de que la adquisición llegue a un final y destacó que si perfectamente la importación se puede cerrar en los Estados Unidos, la extensión tiene el objetivo de resolver las preocupaciones regulatorias del Reino Unido.
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