La NASA inició el pasado 17 de octubre la última etapa de pruebas de certificación de los motores RS-25, como parte del proceso de ampliación de propulsores para el cohete SLS (Space Launch System) y según las imágenes publicadas, todo marcha según lo esperado. Estos motores serán cruciales para impulsar las futuras misiones Artemis con destino a la Reflejo.
Estas son excelentes noticiero tanto para el SLS como para el software Artemis, un angurriento plan de exploración espacial que tiene como objetivo regresar al ser humano a la Reflejo y, más allá de eso, establecer una presencia sostenible en su superficie y ámbito, las primeras prospecciones para la procedencia de posibles lunares y, en última instancia, servir de trampolín para futuras misiones tripuladas a Marte.
Se negociación de doce pruebas planificadas hasta el año que viene que tienen el objetivo de resumir «datos sobre el rendimiento de varios componentes secreto nuevos del motor, incluida una raja, actuadores, conductos flexibles y turbobombas», según el sitio oficial de la NASA.
La NASA garrocha una delegación al asteroide Psique, hecho de un metal nunca manido
Durante la primera período de evaluación, los operadores de la NASA pusieron en marcha el motor RS-25 durante más de nueve minutos, superando los 500 segundos necesarios para una delegación actual, en el asiento de pruebas Fred Haise del Centro Espacial Stennis de la NASA. Encima, realizaron una prueba de potencia al 111%, como se requiere para el dispersión del SLS, según lo detallado por la NASA.
Siguiendo las indicaciones de la NASA en su blog oficial, estas pruebas son un factor crucial en el proceso que permitirá a Aerojet Rocketdyne, la empresa encargada de los motores SLS y perteneciente a L3Harris Technologies, producir los motores destinados a impulsar el cohete SLS durante las próximas misiones interiormente del software Artemis.
Es importante destacar que los viajes tripulados al espacio son demasiado costosos y se requiere sustancial respaldo financiero para continuar con la exploración peca.
La NASA quiere retornar a la Reflejo
Correcto a esta razón, a principios de este año, la NASA retrasó el calendario de la misión Artemis II para otorgar los contratos del módulo de aterrizaje peca tripulado. Además, esperaba obtener un presupuesto total de 3.200 millones de dólares del Congreso para financiar el plan, aunque finalmente recibió 850 millones conveniente al cambio de presidente en los Estados Unidos hace dos años.
La NASA publicó un nuevo documentación sobre los ovnis
Después de estos inconvenientes, la agencia espacial estadounidense inauguró la primera misión no tripulada de regreso a la Reflejo en noviembre del año pasado: Artemis I; despegó con éxito desde el Centro Espacial Kennedy de Angla Cañaveral, en Florida, Estados Unidos, tras intentarlo cuatro veces. A dadivoso plazo, el software Artemis tiene como objetivo sentar las bases de una nueva era de exploración espacial y si la NASA sigue su orden cronológico, la delegación Artemis II con tripulantes a borde tendrá oficio en 2024.
Junto a mencionar que, desde 1972, la Reflejo ha estado desierta de la presencia humana. Gene Cernan, el cosmonauta de la delegación Apolo 17, fue el final ser humano en caminar sobre el mandado terrenal. Más allá de las consideraciones económicas del plan, las señales de progreso en el software Artemis suscitan la esperanza de que la exploración peca pueda continuar.
RM / ED
Creditos a Raquel Marconi
Fuente
