La Cámara de Diputados podría convertir en ley el Plan Doméstico de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030 este martes, tras la media ratificación del Senado en octubre. Con foco en los lineamientos estratégicos a seguir durante esta lapso, el plan será financiado mediante el mecanismo implementado en la ley de Financiamiento de la Ciencia, que prevé incrementos graduales para el dominio, hasta alcanzar al menos el 1% del PBI en 2032.
Las partidas fueron del 0,34% este año y serán del 0,39% en 2024, recordó TSS, la agencia de noticiario de la Universidad Doméstico de San Martín.
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El plan es resultado del trabajo conjunto entre el Servicio de Ciencia y el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología, que integran representantes de todas las provincias, preocupados por la indigencia de un reparto más equitativo del instrumental verificado y los fortuna humanos. Algunos de los principales desafíos que se impuso la ciencia pública son aminorar la pobreza y la vulnerabilidad socioambiental, e impulsar el mejora del sector aeroespacial.
A posteriori de los retrasos por la pandemia, el tratamiento siguió demorándose por internas partidarias, la puja preelectoral y la poca actividad del Congreso. El informe de comisión llegó finalmente el martes de la semana pasada, cuando el oficialismo sumó los votos radicales de Facundo Manes y Danya Tavela (provincia de Buenos Aires).
Uno de los focos de la discusión había estado en la indigencia de identificar la demanda de conocimiento de las diferentes provincias y sus capacidades para suscitar ciencia en el paraje.
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Diego Hurtado, secretario de Política Científica y Planificación, planteó a TSS que aunque “la federalización es un problema estructural socioeconómico”, la ciencia sí puede intervenir para “avanzar en un proceso vivo de extensión y para despuntar federalizando los fortuna y la inversión”.
Además ponderó la décimo de universidades, empresas, gremios y sectores de la heredad popular en el diseño del tesina. Esa “construcción participativa y consensuada”, elogió, “da previsibilidad para su aplicación, poco fundamental para poder desarrollar ciencia”.
MVB JL
Creditos a Pablo Corso
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