Cerca de destacar que Musk compró de guisa similar la aplicación de redes sociales en 2022, pues a través de tuits dio a conocer sus intenciones de negocio. En abril del año pasado, decidió comprarlo por 44,000 millones de dólares, pero trató de retractarse del trato para obtener un mejor precio.
I think Twitter should buy SVB and become a digital bank.
— Min-Liang Tan (@minliangtan) March 11, 2023
Finalmente, posteriormente de amenazas legales, terminó con la negocio y completó su adquisición el 27 de octubre de 2022. Si Musk no hubiera completado el trato, se habría enfrentado a una hecho en el Tribunal de Cancillería de Delaware, según CNBC.
Una de las consecuencias que está viviendo el mercado ha sido de objeto dominó y ya ha afectado a instituciones similares, como Signature Bank de Nueva York, que vio cómo el precio de sus acciones se desplomaba un 23% ayer de que se detuvieran las operaciones cuando llegó la nueva de la desaparición de SVB.
SVB era una institución más de hornacina. Se especializaba en apoyar startups tecnológicas y su dependencia de un pequeño rincón de la heredad lo colocaba en mayores probabilidades con una heredad estadounidense en dificultades que sus competidores más grandes.
Y el impacto se extiende más allá de Wall Street. La empresa de streaming Roku, por ejemplo, dice que el 26% de sus reservas de efectivo, más de 480 millones de dólares, están inmovilizadas en SVB.
Hasta el sábado, las acciones de la compañía habían caído más del 42% desde el año pasado.
Creditos a Expansión
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