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el gran irresoluto de Elon Musk


El concepto, basado una vieja idea, fue recuperado en 2012 por el multimillonario Elon Musk, que alentó a varias empresas emergentes a hacer existencia su sueño, aunque sin implicarse directamente en el incremento del plan.

«El hyperloop pasó por un ciclo tecnológico muy accesible en el que hubo mucha excitación» en torno a ese modo de transporte, apuntó Rick Geddes entendido en política de infraestructuras en la Cornell University. «Pero resultó que era más difícil de desarrollar de lo que se pensaba».

Zaguero acontecimiento en esta carrera de fondo: Hyperloop echó la zancadilla, según la agencia Bloomberg. Esta compañía muy activa desapareció de los radares y ni su dirección ni su capitalista principal respondieron a las preguntas de la AFP.

Financiada durante un tiempo por Richard Branson, fundador del agrupación Virgin, Hyperloop One hizo varias pruebas en el desierto de Nevasca a 387 km/h. En noviembre de 2020, transportó a pasajeros por primera vez, alcanzando tan solo los 172 km/h.

Más discreta, la canadiense TransPod asimismo estudia desde hace primaveras una lista de transporte de pasajeros y de mercancías ligeras entre Calgary y Edmonton, a unos 300 km de distancia, en el oeste de Canadá.

Un plan evaluado en casi 18,000 millones de dólares estadounidenses que Sébastien Gendron, cofundador y presidente ejecutante de TransPod, calma que principio a funcionar «antiguamente de 2035».

La compañía ya ha conseguido recibir 550 millones de dólares a través del fondo sajón Broughton Caudal Group para desarrollar un primer tramo de 7 km destinado a «certificar la tecnología».

Pero, pese a la cobranza de fondos, los acuerdos de principio, los estudios de factibilidad o el incremento de prototipos, los proyectos lanzados por distintas empresas parecen estancarse y los expertos siguen siendo escépticos.

Resaca

Hyperloop Transportation Technologies (HyperloopTT), otra compañía californiana interesada en ese concepto, debía crear una pista de pruebas en una antigua cojín marcial cerca de Toulouse, en el sur de Francia. Pero se fue de la zona discretamente.

TransPod, por su parte, fue criticada por sus retrasos en la construcción de un centro en Droux, en el centro de Francia. El permiso de construcción fue admitido en 2018 y los primeros «ensayos a gran velocidad» debían realizarse en 2020, según la página web de la firma, pero, de momento, las obras escasamente empezaron.

«Lo que está pasando es poco así como un despertar difícil», comentó Julien Joly, diestro en transportes en la consultora Wavestone. «En los últimos primaveras, creíamos en esa tecnología. Hoy, ¡esto es un poco como la resaca!».

Según él, las empresas deben contender con numerosos «frenos tecnológicos» pero asimismo con cuestiones relacionadas con la seguridad.

Según Sébastian Gendron, el hyperloop adolece de una «dificultad original: la de la financiación».

«Pese a todo lo que se oye por parte de gobiernos y en la prensa, financiar la innovación revolucionaria sigue siendo muy difícil», señaló.

Pero no todos han tirado la toalla y hay países que siguen mostrando interés por esa tecnología, sobre todo en Oriente Medio, apuntó el presidente de TransPod.

Así, se calma que India cuente con el «primer prototipo de hyperloop» de Asia a finales del primer trimestre, según un anuncio de este miércoles de ArcelorMittal.

En 2023, siete empresas se asociaron para «hacer avanzar la industria emergente del hyperloop», con la idea de «estandarizar» y «uniformar» las solicitudes delante la Unión Europea, explicó Sébastien Gendron.

«Sigo teniendo esperanza» pero «creo que hyperloop se desarrollará muy lentamente y a pasitos», consideró Rick Geddes. «Tendrán que sobrevenir primaveras antiguamente de que sea viable».



Creditos a AFP

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