Un equipo interdisciplinario del Centro de Ecología Aplicada del Playa (CECOAL, CONICET-UNNE), del Centro de Investigaciones Geológicas (CIG, CONICET- UNLP) y de la División Paleontología de Vertebrados del Museo de La Plata descubrió una nueva especie de un imponente gliptodonte que, según afirmaron, habitó en la provincia de Buenos Aires durante el Plioceno y el Pleistoceno temprano, o sea, hace unos 2.500.000 de abriles antes.
egún explicaron los autores de este valioso hallazgo paleontológico en la revista especializada Journal of Systematic Palaeontology, se prostitución de un tatú de la bautizada especie Plohophorus avellaneda, cuyos restos fueron encontrados en el interior del predio de la empresa Cementos Avellaneda, ubicada en la ciudad de Olavarría, provincia de Buenos Aires, donde se encuentra la formación El Polvorín.
“Este hallazgo tiene la particularidad de ser el primer caso documentado de un condición neógeno de gliptodonte que persiste hasta el conclusión Plioceno tardío-Pleistoceno temprano”, relató Sofía Quiñones, becaria postdoctoral del CONICET en el CECOAL.
“Adicionalmente, comprobamos la posición filogenética de esta nueva especie adentro del condición Plohophorus y confirmamos su estrecha vinculación con el condición Pseudoplophorus, un conjunto identificado en el presente división de Uruguay”, agregó la principal autora del estudi0.
Entre los restos restos fósiles hallados se encontraba el cráneo en consumado estado de conservación de este imponente gliptodonte que, según pudieron establecer, pesó cerca de 470 kilos, lo que lo convierte en uno de los cráneos de gliptodonte mejor conservados hallado hasta el presente de su época.
Los científicos señalaron que este hallazgo les permitirá conocer con anciano profundidad la historia evolutiva y las relaciones entre los grupos de gliptodontes, uno de los animales más extraños que habitaron América hasta hace aproximadamente unos 10.000.000 de abriles antes.
“Asimismo demostramos que, a diferencia de lo que se creía, al menos un condición sobrevivió al conclusión entre el Plioceno y Pleistoceno, alcanzando masas corporales que no esperábamos para este tipo de animales”, agregó Quiñones. “La paleontología es vitalista para conocer el objeto que tuvieron distintos eventos climáticos que han sucedido a través de la historia geológica, ya que permiten comprender cómo las especies se adaptaron a este entorno cambiante y evolucionaron”, concluyó la científica argentina.
Creditos a Luis Rodriguez
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