La historia de ChatGPT
La primera lectura de este androide conversacional surgió en 2022, pero su origen no está en ese año. GPT-1, el maniquí de lengua conspicuo a partir del cual se entrenan las herramientas de OpenAI, como ChatGPT o Dall-E, se presentó por primera vez en junio de 2018 y constaba de 117 millones de parámetros con el objetivo de predecir las siguientes palabras de una oración.
Para 2019, la empresa desarrolló la lectura GPT-2, con una restablecimiento de 1,500 millones de parámetros, mismos que lo convirtieron en un maniquí más renovador, incluso hasta el punto de originar párrafos enteros partiendo de una única frase, lo cual demostraba los primeros pasos de sus capacidades.
En 2020 surgió GPT-3, un maniquí con capacidad de 175,000 millones de parámetros de estudios maquinal, con el que ya era posible originar discursos enteros o incluso textos parecidos a los de un humano. Sin requisa, esa fue la lectura en la que la empresa se detuvo más tiempo, pues fue hasta 2022 en que OpenAI lanzó GPT-3.5 y con él su producto hado para el divulgado: ChatGPT.
El impacto de ChatGPT
A nivel empresarial, la preámbulo de ChatGPT representó un cambio para el servicio al cliente, pues permitió automatizar las respuestas a las preguntas frecuentes; sin requisa, esas no fueron sus únicas aplicaciones, ya que incluso demostró que los equipos de trabajo pueden ser más eficaces.
La admisión de ChatGPT, al ser una aparejo entrenada con cuantiosa información, dijo Mario Chao, CEO de NTT Data México, permitió a las empresas democratizar y masificar del uso de la IA.
«Por primera vez, los usuarios finales pueden probar, de guisa conveniente autónoma, el poder de la IA, aumentando significativamente nuestra productividad, generando nuevos conocimientos, mejorando la toma de decisiones y el emanación de productos y servicios», comentó.
De acuerdo con datos de del estudio “La IA en América Latina”, hecho por NTT Data, a nivel regional, México y Colombia son los países más interesados en la integración de programas de IA en sus operaciones, mientras que 71% de las empresas encuestadas reconocen el gran potencial de la IA para sus negocios.
Las empresas con veterano liderazgo en este ámbito planean destinar más de 15% de su presupuesto para tecnología en IA en los próximos abriles y este referencia encuentra eco en el hecho de que 56% de los líderes de la región identifica la restablecimiento en la eficiencia operativa como una de las principales ventajas de esta tecnología.
En la educación se está utilizando para crear sistemas de tutoría inteligentes capaces de congratular socorro personalizada a los estudiantes. Para el doctor Mauricio Flores, docente e Ingeniería en Ciencia de Datos de la Universidad Iberoamericana, el uso de la IA generativa tuvo un impacto mundial en muy poco tiempo.
“ChatGPT ha sido revolucionario en las labores de investigación y docencia, porque permite a estudiantes y profesores perfeccionar las discusiones en torno a los diferentes problemas que se presentan en todos los ámbitos del conocimiento y incluso la leída selectiva al perfeccionar los motores de búsqueda mediante las preguntas”, explicó Flores.
Las inversiones y los productos más o menos de ChatGPT
OpenAI ganó demasiada credibilidad gracias a ChatGPT y eso le permitió que varias empresas voltearan a ver con fanales de deseo a la IA generativa. El ejemplo más claro fue el de Microsoft, la cual anunció una inversión por 10,000 millones de dólares en OpenAI para prolongar la investigación y el ampliación, encima de meter las operaciones de la compañía en sus servidores de Azure.
Por otra parte, la empresa generó un prosperidad en la proliferación de herramientas de IA generativa, pues tras ChatGPT surgieron otras iniciativas, como Bard, de Google, Claude, desarrollado por la startup Anthropic, o Amazon Q, desarrollado por Amazon. Asimismo, GPT tuvo tanta validez que se introdujo en diversas herramientas, como el navegador Bing o incluso en la aplicación de Duolingo.
A inicios de noviembre de este año, Sam Altman, el CEO de OpenAI, hizo la presentación de GPT-4 Turbo, con el que los usuarios podrán crear chatbots personalizados, sin carestia de codificar. «Por ejemplo, los GPT pueden ayudarles a educarse las reglas de un surtido de mesa o enseñarles matemáticas a sus hijos».
Según el ejecutante, este nuevo maniquí considerará aun más el contexto al realizar consultas y que tiene entrada a la información de Internet hasta abril de 2023 (en puesto de 2021, como la lectura original).
Además resaltó que la interfaz de programación de aplicaciones (API) añade capacidades multimedia (visión por computadora, voz, etc.) y los precios por el uso de esos modelos están bajando. «Esperamos que regrese el año que viene, porque lo que lanzamos hoy palidecerá frente a lo que estamos creando para ustedes», prometió Altman.
“Como sociedad somos partícipes de la restablecimiento y especialización de la IA generativa, ya que cada vez que realizamos una consulta, se incrementa su colchoneta de conocimiento (…) No obstante, habrá que tener siempre en cuenta que su uso debe ser con un enfoque crítico”, resaltó Flores.
Durante los primeros meses tras su salida al divulgado, ChatGPT sólo era capaz de contestar a preguntas a través de texto y era muy propenso a inventar información o datos, un engendro al que se le conoció como “fascinación” y el cual se ha atendido en las versiones más actuales de la plataforma.
Al respecto, Chao complementó diciendo que ChatGPT no razona por sí mismo, no piensa y no es consciente, «solo es un inmenso maniquí matemático adecuadamente entrenado; fue creado para ayudar a las personas a propiciar tareas y mejorar su productividad, pero no tiene la capacidad de tomar decisiones o llevar a cabo de forma autónoma».
La crisis en OpenAI
A pesar de las promesas de rápida cambio, a mediados de noviembre OpenAI vivió uno de los momentos más tensos en toda su historia, pues la unión directiva anunció que Altman dejaría de ser el CEO de la compañía, poco que impresionó a todo el mundo de la tecnología.
En respuesta, y para presionar, Microsoft anunció que el ejecutante sería parte de un nuevo equipo enfocado en IA al interior de la empresa. En presencia de tal situación, los empleados de OpenAI enviaron una carta a la unión directiva amenazando que se unirían a Microsoft si no restablecían la posición de Altman en la compañía.
Por ello, los miembros de la unión en OpenAI recularon y anunciaron el regreso de Altman, quien anunció una nueva unión directiva compuesta por Bret Taylor, Larry Summers y Adam D’Angelo, encima del regreso a la compañía de Greg Brockman.
Y si admisiblemente los últimos días se sintieron como abriles para la empresa, ChatGPT demostró que todavía existen innovaciones en el mundo capaces de revolucionar el panorama tecnológico tanto a nivel social como empresarial.
Creditos a Fernando Guarneros Olmos
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