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Así es la deprimente verdad al interior de una manufactura de teléfonos


Dongguan, la manufactura del mundo

La manufactura de Oppo se encuentra en una ciudad al sureste de China, emplazamiento Dongguan. El trayecto toma una hora a partir del centro de Shenzhen y la mejor forma de aparecer ahí es en camión, desde donde se puede observar un robusto contraste entre las actividades económicas que sostienen ambas ciudades.

Por una parte, en Shenzhen se encuentran las oficinas corporativas de todo tipo de empresas, aunque destacan las de tecnología, como Oppo, adicionalmente de otros rascacielos que albergan personal de Alibaba, Baidu, Lenovo o Hisense, entre más. Por otra parte, Dongguan es conocida como la manufactura del mundo.

Internamente de esta ciudad de poco más de 8.3 millones de habitantes se encuentran más de 10,000 fábricas de empresas con un robusto enfoque en torno a aquellas de tecnología y electrónica, como Oppo, Samsung, Huawei o Nikon, lo cual deja ver su robusto envite en torno a la inversión extranjera directa.

Aquí, como en otras zonas de China, las fábricas se convierten en pequeñas ciudades, pues los trabajadores cuentan con zonas habitacionales donde viven y cuentan con todo tipo de instalaciones, desde áreas de distracción y control, cafeterías, hasta sus habitaciones donde pueden descansar.

Para el gobierno chino, este tipo de organizaciones no representan un problema, siempre y cuando cumplan con las estrictas leyes laborales, apunta una fuente familiarizada con el asunto que prefirió el anonimato.

“El gobierno se asegura de que las empresas no abusen de los trabajadores”, menciona y detalla que todas las empresas deben cumplir con un normalizado de vida para sus empleados, a quienes se les informa que se les proveerá durante su periodo de trabajo en la empresa, desde comida, hasta distracción, como gimnasios y canchas de diversos deportes, poco que les parece atractivo.

No obstante, este tipo de fábricas no han estado alejadas de la controversia. En noviembre del año pasado, la planta de Foxconn en Zhengzhou, se convirtió en uno de los lugares más relevantes del año tecnológico, ya que ahí se registraron fuertes protestas por parte de los empleados, quienes se quejaban por las condiciones laborales en las que se encontraban.

Durante ese periodo, la empresa que es socio de fabricación para los IPhone de Apple, pasó uno de los momentos más álgidos conveniente a despidos, faltas de plazo en los salarios de los trabajadores, adicionalmente de las fuertes medidas que el gobierno aún implementaba en ese entonces para contener la pandemia de covid-19.

Algunos medios reportaron que la situación fue tan intensa para los trabajadores que muchos de ellos no podían regresar a sus hogares -que incluso están cerca de las fábricas- y decidían yacer en el suelo o en zonas que no eran aptas para habitar, solo con el fin de poder seguir trabajando.

“No puedo opinar si son felices o no (los trabajadores)”, concluye. “Es la forma en que han construido su vida, si tuvieran otra opción, quizá la tomarían, pero para muchos de ellos quizá no cuentan con las habilidades suficientes para otro tipo de trabajos y por ello optan por las fábricas”.



Creditos a Fernando Guarneros Olmos

Fuente

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