El sector de la agricultura generó 1.002.867 contratos hasta julio del presente año, lo que supone un 26,9% menos que en el mismo periodo de 2022, y la segunda número más pérdida del periodo estudiado, solo superada por los 978.000 contratos de 2013, según datos del Servicio Divulgado de Empleo Estatal (SEPE) recogidos por Randstad.
«La reducción del número total de contratos no supone una destrucción de empleo, sino que es debida a la dinámica de contratación indefinida que ha introducido la nueva norma», han señalado desde la compañía de capital humanos.
En cuanto a la tipología de los contratos, el 52% corresponden a contratos indefinidos y el 48% a contratos de duración determinada, una número que contrarresta con datos del mismo periodo de 2022, cuando los contratos indefinidos suponían el 28%, mientras que los temporales acaparaban el 72%.
La afiliación a la Seguridad Social se mantiene estable
A pesar de la reducción del cuerpo de contratos, influenciada por la reforma sindical y la irrupción de la figura del fijo discontinuo, la desarrollo de la afiliación a la Seguridad Social en el sector de la agricultura se mantuvo estable en el postrero año, situándose en entre los 335.000 y los 345.000 afiliados.
De hecho, el cuerpo de afiliación registrado en julio fue de 342.993 profesionales, tan solo un 0,2% inferior a la de hace un año. Si se tiene en cuenta la desarrollo de la afiliación desde el manifestación de 2022, destaca nada más la caída durante los meses de invierno, que desde Randstad achacan «a la estacionalidad del sector».
Creditos a: Sol Galindo
