España podría convertirse en uno de los países de relato en el turismo sostenible, un maniquí de negocio en crecimiento. Así lo mostró un fresco prospección de la consultora McKinsey, donde se ha resaltado el ejecutor de la sostenibilidad como impulso de la hacienda en los próximos primaveras.
Prueba de ello son los datos recogidos por la plataforma de reserva de viajes Booking.com, que concluyen que el 70% de los turistas globales tiene la intención de desplazarse de modo más sostenible en el próximo año. Adicionalmente, en torno a de uno de cada tres se fijan en las iniciativas de sostenibilidad de los alojamientos y el transporte ayer de tomar sus decisiones de reserva.
Según el prospección de McKinsey, España cuenta con un gran potencial para convertirse en un destino turístico de disyuntiva sostenible para los viajeros concienciados en la materia. La consultora hace hincapié en “la importancia de adoptar prácticas responsables y medidas transformadoras para consolidar el éxito en este sector.”
“España tiene todas las condiciones para convertirse en un destino turístico sostenible de relato a nivel mundial”, explicó Javier Caballeroso, socio de McKinsey. “Contamos con una amplia y diversa proposición de patrimonio cultural y natural, desde nuestras playas hasta nuestros lugares históricos y paisajes únicos. La sostenibilidad puede ser el ejecutor diferenciador que impulse la disyuntiva de los conocidos como viajeros responsables”, valoró.
La sostenibilidad puede convertirse en un impulso para los negocios en los próximos primaveras
Tal y como explicaron desde la consultora, la sostenibilidad puede convertirse en un importante ejecutor de impulso a los negocios turísticos en los próximos primaveras. Así, “no sólo tiene un impacto positivo en la conservación del medioambiente, sino que además representa una gran oportunidad económica para España. La inversión en infraestructuras sostenibles, la promoción de la civilización tópico y el compromiso con prácticas responsables pueden suscitar empleo y estimular el ampliación crematístico de las regiones más turísticas”, señaló Caballeroso.
Para ello, desde McKinsey establecieron varias condiciones que los negocios y las administraciones deberán cumplir en los próximos primaveras si quieren convertir al país en una relato mundial del turismo sostenible.
Entre ellas, destacan la definición de una logística de iniciativas público-privadas “para invadir cuestiones específicas como la descarbonización, el uso del agua o la encargo de los desechos, así como la fijación de objetivos y acciones prácticas para alcanzarlos”, explicaron. Como ejemplo, señalaron el caso de Costa Rica, donde se ha prohibido el uso de plásticos de un solo uso en reservas nacionales y monumentos nacionales.
Del mismo modo, la consultora destaca la carestia de establecer criterios estereotipado para todo el sector, como por ejemplo la inclusión de criterios de sostenibilidad obligatorios en el sistema de calificación de estrellas de hoteles para alinear las motivaciones de los propietarios y operadores de hoteles.
Asimismo, el prospección sostiene que es importante proporcionar a los negocios pautas concretas y el soporte necesario para alcanzar los objetivos en materia de sostenibilidad, adoptándose medidas para matar con las lagunas sobre el conocimiento en sostenibilidad y conseguir financiación a nivel gubernativo o de asociación sectorial. “Para ello, los programas de financiación, los esquemas de incentivos o los instrumentos financieros pueden acelerar la prohijamiento de soluciones sostenibles, especialmente para las empresas más pequeñas.”
“Los hoteles o negocios de turismo individuales pueden tener pocos incentivos para redefinir las ofertas básicas o cambiar en infraestructura para demostrar que la sostenibilidad es importante para ellos. Sin bloqueo, las empresas que comienzan a diferenciarse pueden obtener beneficios. Muchos destinos ya ofrecen ejemplos de cómo las ofertas sostenibles pueden convertirse en la mejor polímero de reconocimiento para los visitantes, y obtienen agradecimiento y prestigio internacional”, concluyeron.
Creditos a: Joaquín Aragonés
