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Capitán para poner en marcha desde cero una idea de plan con impacto social

Cada vez más emprendedores buscan poner en marcha un tesina con impacto social. Según el postrero Documentación Peculiar GEM sobre Plan Sociallos negocios iniciados por emprendedores sociales aumentaron en la mayoría de regiones del mundo y cada vez son más las personas que lanzan actividades con objetivos de proporcionadamente global y no sólo con la meta de obtener beneficios.

El plan social se define como un tipo de iniciativa que promueve mejoras en la comunidad lugar, regional o total a partir de un tesina viable económicamente. Este tipo de negocios se suelen sustentar en la innovación y pueden ayudar a colectivos concretos, como pueden ser las personas con discapacidad o los mayores, o a suscitar un impacto positivo en el medioambiente.

Un ejemplo de ello sería una aplicación que ayude a través de tecnología, a comunicarse a personas sordomudas, o que ponga en contacto a mayores que viven solos con jóvenes estudiantes en escudriñamiento de vivienda. Incluso hay proyectos que utilizan la tecnología para resumir la contaminación del agua o que venden cualquier tipo de bebida en envases reutilizables para resumir el consumo de plástico.

En efectividad, según explican los expertos del Blog de CaixaBank, hay tantas empresas sociales como ideas para mejorar la sociedad, por eso el plan social «no contesta a una única récipe». Con todo, desde la entidad financiera propusieron una serie de pasos generales que pueden seguir los emprendedores a la hora de poner en marcha uno de estos proyectos.

Siete pasos para que los emprendedores pongan en marcha una empresa social

1. Investigar y planificar

Lo primero que hay que hacer para poner en marcha una empresa social es identificar el problema social o medioambiental que se desea asaltar. Según CaixaBank, es importante, en este punto, realizar un estudio de mercado y evaluar la viabilidad de la idea. Incluso es necesario concretar qué tipo de beneficio quiere aportar la empresa: productos, servicios, materias primas, engendramiento de empleo, etc.

A partir de ahí, es importante investigar si hay un mercado para ese beneficio social o medioambiental que pretende ofrecer la empresa. Puede que no exista todavía, que no tenga perspectivas de desarrollarse o que ya esté en funcionamiento.

Una vez cumplidas estas tareas,  se debe elaborar un plan de negocio que incluya los objetivos, las estrategias y los posibles necesarios para resistir a lengua la idea.

2. Nominar una forma jurídica

La forma jurídica es otro de los puntos secreto a tener en cuenta a la hora de propalar un negocio social. Se puede optar por una fundación, una cooperativa, una sociedad gremial o una sociedad limitada, entre otras posibilidades.

A partir de ahí es importante consultar con un asesor lícito que ayude a designar la forma jurídica más adecuada para la empresa social que se desea poner en marcha. Cámaras de comercio, ayuntamientos, comunidades autónomas y otros organismos igualmente suelen contar con servicios de ayuda a los emprendedores para acompañarlos y asesorarlos en estos primeros pasos.

3. Trámites administrativos

Una vez elegida la forma jurídica de la empresa social, toca registrarla. Para ello, es necesario personarse al Registro Mercantil correspondiente. Incluso será necesario solicitar un número de identificación fiscal en la Agencia Tributaria.

En función de la forma jurídica elegida, habrá que cumplir con ciertos requisitos legales, como elaborar estatutos, actas fundacionales, libros oficiales o personarse al protonotario para escriturar la sociedad.

En cuanto a la actividad elegida, es posible que requiera de algún tipo de autorización para su avance, poco que conviene consultar con el servicio de asesoramiento electo.

4. Financiación

Al poner en marcha una empresa social hay que establecer de dónde se obtendrán los posibles necesarios para que sea viable. Aquí es donde procede  evaluar las evacuación financiera de la empresa social e identificar las posibles fuentes de financiación.

Por ejemplo, si se negociación de un despacho de abogados para personas sin posibles no existe un mercado para la actividad que permita a la empresa ser financieramente autosostenible y le puede resultar más difícil alcanzar a financiación tradicional. En estos casos, las donaciones, las subvenciones, los concursos o el crowdfunding son opciones que se deben considerar.

Sin incautación, explican desde CaixaBank, una iniciativa para mejorar la empleabilidad de trabajadores poco cualificados en el sector de las nuevas tecnologías tiene más probabilidades de ser orgulloso. Esto le facilitará obtener financiación de otras fuentes como los préstamos, la inversión social de impacto o la inversión socialmente responsable.

En cualquier caso, conviene realizar un plan financiero sólido en el que se refleje cómo utilizará los fondos la empresa y cómo generará ingresos en cada una de sus etapas. Para este tipo de tesina sociales pueden ser interesantes algunas alternativas de financiación como el préstamo para empresas sociales de MicroBank.

5. Identificar perfiles

La empresa social necesitará personal para desarrollar su actividad. Para eso es importante delimitar el tipo de perfiles y habilidades que se requieren para realizar su tesina social. Habrá que hacer lo mismo con los criterios de contratación, especialmente si lo que escudriñamiento la empresa es dar empleo a personas vulnerables.

Según recomiendan desde CaixaBank, en el caso de las empresas sociales, una posible táctica consiste en contratar al principio el personal imprescindible para un tesina insignificante viable y poner en marcha planes de voluntariado que ayuden a ponerse al día el tesina.

6. Plan de comunicación

Como ocurre con cualquier otra compañía, las empresas sociales deben poder comunicarse de modo eficaz con todos los interesados. Esto, según CaixaBank,  alpargata a clientes —reales y potenciales—, proveedores, colaboradores y empleados.

Para ello, es especialmente útil elaborar un plan que incluya los canales de comunicación que utilizará la empresa para comunicarse con cada conocido objetivo —correo electrónico, sitio web, redes sociales, herramientas de transporte…—, así como un calendario con acciones de comunicación para dar a conocer su actividad y su impacto social. Una identidad de marca sólida ayudará en gran medida al éxito del plan.

7. Inicio de la actividad y seguimiento

En este punto ya ha llegado el momento de ponerse en marcha y realizar las actividades previstas en el plan de negocio. 

Según CaixaBank, es muy importante monitorizar regular y adecuadamente los resultados que va obteniendo la empresa para corregir o potenciar lo que sea necesario para que cumpla con sus objetivos. Para ello, se deben delimitar indicadores secreto de rendimiento que permitan conocer la proceso del negocio. Son los que permitirán retener si es necesario introducir correcciones o mejoras antiguamente de seguir escalando la empresa.



Redacción AyE

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