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Un argentino apetito el Nobel paródico


Cada año, los premios Ig Nobel destacan los trabajos científicos que “primero te hacen reír y a posteriori pensar” con el objetivo de “celebrar lo inusual, honrar la imaginación y estimular el interés de la clan por la ciencia.

Entre los ganadores de 2023 está el neurolingüista Adolfo García, que se dedicó a estudiar el “deje inversa”, es proponer, la capacidad de algunas personas de conversar al revés.

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García, que dirige el Centro de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de San Andrés, contó cómo se originó la investigación: “Me enteré de que el fotógrafo principal de una revista farandulesca tenía el práctica de conversar al revés. Por ejemplo, en vez de proponer «viva el tango», diría «ognat le aviv». Durante largas sesiones fotográficas con modelos, les hablaba al revés, grababa su pronunciación y luego daba dorso el audio para ocurrir el rato entre risas”.

A posteriori de entrevistarlo y confirmar sus habilidades, García descubrió que existía una asociación argentina de hablantes inversos, que se reúnen para conversar mediante frases al revés.

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Entonces avanzó en un cuestionario donde tanto hablantes comunes como inversos producían diversas palabras, frases y oraciones, al derecho y al revés. Todo esto le permitió estudiar, desde un ángulo novedoso, “un aspecto esencial del deje humana: la sagacidad de secuenciar fonemas” (las categorías de sonidos de una lenguaje).

Otros premiados incluyeron al urólogo Seung-min Park, inventor de un inodoro capaz de monitorear la lozanía de una persona analizando sus cochambre, y a un conjunto de investigadores que estudian el jamais vu, el engendro por el cual empezamos a percibir poco usualmente allegado como si fuera desconocido: el opuesto del déjà vu.

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El galardón más terrible recayó en un estudio que exploró la posibilidad de confortar arañas muertas para usarlas como herramientas de agarre mecánico, una contribución al campo de la “necrorobótica”, que usa componentes de organismos para construir robots.

García y el resto de los “afortunados” recibieron un billete simulado de 10 trillones de dólares de Zimbabue -el segundo con el longevo número de ceros en el mundo- y un e-mail con un PDF adjunto para imprimir su propio trofeo.

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El fundador de los Ig-Nobel, Marc Abrahams (editor de la revista de humor verificado Diario de la Investigación Improbable), concluyó la ceremonia de premiación con una frase a tono con el evento: “Si no ganaste el premio esta perplejidad -pero especialmente si lo hiciste- ¡que tengas más suerte el año que viene!”.

VF JL



Creditos a Pablo Corso

Fuente

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