Según datos de un estudio hecho por el Project Management Institute (PMI), los gerentes de proyectos masculinos superan en número a las mujeres por una diferencia de 58%. Por otra parte, a nivel mundial, las mujeres ganan rodeando de 20% menos que los hombres por trabajos de igual valencia.
Pamela Araico, jefe de políticas públicas de AT&T México, mencionó que existe una brecha de mercaderías digital, porque a pesar de que las mujeres no están desconectadas en su mayoría, el uso de las tecnologías es dispar. Por una parte, los varones las usan en tareas más especializadas, mientras que las mujeres lo hacen de forma personal y no para crear más tecnología.
“Que las mujeres participen es su derecho. Su décimo es importante para aminorar sesgos y la disparidad tiene un impacto para integrar a más mujeres. Las competencias digitales son vitales. El uso y apropiación tiene un potencial para eliminar riesgos y sesgos en nuevas plataformas”, comentó Araico.
“Tener a más mujeres desarrollando tecnología nos asegura la moral de los derechos de las mujeres. Es importante que todas seamos parte, porque eso genera un incremento sostenible y seguro”, resaltó Reyes.
Reyes asimismo destacó que es importante gestar un acción directa de mercaderías digital para crear redes de apoyo para cualquier persona que haya sido violentada en el mundo imaginario. Un ejemplo de esto es la Ley Olimpia, que reconoce la violencia digital como un tipo de delito y castiga a las personas que distribuyen contenido íntimo sin autorización.
Dina Buchbinder, presidenta de la estructura Educación para Compartir, señaló que el conocimiento de los e-derechos es nuevo, por lo que no se halla información en el día a día y en los espacios diarios de educación. No obstante, esto representa un problema porque las formas de violencia virtuales tienen impacto en lo físico.
Si correctamente las nuevas formas de violencia pueden ser complejas de comprender se debe iniciar a nombrarlas, pues esa es una forma de iniciar a detectar las dinámicas de violencia, complementó Sara Kalach, cocreadora del chatbot que combate la violencia de mercaderías Violetta.
Reyes dejó en claro que se prostitución de un asunto en el que varias partes están involucradas y las empresas no pueden terminar exentas. Por lo tanto, exigió que las plataformas deben tener mecanismos de denuncias, de respuesta ágil y transparencia para aminorar el objeto nocivo de la revictimización que se puede gestar a través de ellas.
En el aspecto de políticas públicas, Kalach destacó que si correctamente las regulaciones son lentas y no van coincidente al avance de las tecnologías, no se deben terminar fuera de la conversación. “En vez de amurallar el uso de la tecnología, se debe motivar de forma responsable y en la creación protegerlas desde la concepción de la tecnología”, apuntó.
Buchbinder asimismo recomendó a los familiares establecer más cercanía con conceptos digitales para que las niñas se motiven a ser creadoras de tecnología. “No podemos dejar de rendir su potencial”.
Creditos a Fernando Guarneros Olmos
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