Icono del sitio Cápsula Virtual

Las empresas quieren revancha contra los octógonos negros


Más de un año luego de la reglamentación de la Ley de Promoción de la Comida Saludable, que fija la encargo de informar sobre excesos de azúcares, grasas, calorías y sodio en alimentos y bebidas, el panorama de las góndolas argentinas cambió en forma considerable. Los octógonos negros empiezan a poblar la mayoría de los envases, los personajes que promocionaban su cesión están desapareciendo y el debate arde en las redes sociales, mientras persisten algunas demoras sugestivas.

“Las multinacionales como Arcor, Cañuelas, La Serenísima o Molinos Río de la Plata son las que más se apegan al cumplimiento”, dijeron a la agencia ANCCOM -de la carrera de Comunicación de la UBA– fuentes de la empresa PDV, encargada de servicios de reposición. La mayoría de los incumplimientos recaen por ahora sobre las pymes y las propias marcas de los supermercados.

Por las etiquetas negras, una de cada cuatro personas dejó de consumir un tipo de alimento

La norma sondeo regular la promoción y publicidad de productos no saludables, evitando estrategias de marketing o campañas engañosas. “La yerro de información clara en el etiquetado empuja la flujo de sobrepeso y obesidad pueril”, había preparado UNICEF ayer de la paquete. El 13% de los menores de cinco abriles argentinos tienen exceso de peso, emblema que llega al 65% entre los mayores de antigüedad. Anejo a la obesidad, la presión arterial inscripción y la azúcar sanguínea elevada son los principales factores de aventura derivados de la mala provisiones, responsables de 140 mil muertes anuales en el país.

Las grandes empresas, que opusieron una dura resistor durante el debate, ahora se centran en diseñar estrategias para preservar sus ventas. Una de ellas sería adicionar un código QR en la rótulo, con información sobre las cualidades nutricionales, a modo de “cómputo”; otra, modificar la tabla nutricional que incluyen los envases para hacerla más clara e informativa; la última es más disruptiva: ofrecer el mismo producto con y sin el sello (es afirmar con y sin el ingrediente que lo hace poco saludable), para que cada uno tome su atrevimiento de negocio. Pero en plenas negociaciones sobre el armado electoral, la política no parece dispuesta a reabrir la discusión sobre los octógonos que ya están cambiando los hábitos alimentarios de buena parte de los argentinos.

BL JL

Incluso te puede interesar



Creditos a Pablo Corso

Fuente

Salir de la versión móvil