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Intel quiere obedecer menos de Asia en la producción de chips

El fabricante de semiconductores cuenta con 15 plantas a nivel mundial, pero la costarricense acaparó su interés gracias a su ubicación geográfica que permite despachar semiconductores al continente Estadounidense como europeo vía terráqueo, marítima o por los cielos. Encima el centro de Costa Rica —que cuenta con 26,000 metros cuadrados para ensamblaje y 17,000 de laboratorio prueba— representa la parte final de la dependencia de producción desde la investigación y explicación, hasta la producción.

La planta de San José Costa Rica nunca muerto el switch. Su dinámica es 24/7 los 365 días del año y aplica una operación híbrida: humanos y máquinas. Los robots auxilian en el proceso de ensamblaje y en la revisión de los modelos que chips, sin bloqueo, los ingenieros son quienes validan el diseño de un semiconductor para poder producirlo en grandes volúmenes. El centro asimismo cuenta con un autómata que apoya a los operarios al traslado de material.

“Cuando producimos en masa no podemos tener errores porque es sumamente caro que se nos vaya un error cuando ya se está produciendo en barriguita entonces es una gran responsabilidad adscribir esos productos”, asegura Ileana Rojas, director universal de Intel Costa Rica en conferencia con medios de comunicación en el entorno de la turista de la planta de la compañía.

Todos los esfuerzos que aplica Intel para descentralizar la producción asiática de semiconductores no son menores. Los chips al ser el dato vivo para dispositivos electrónicos la demanda a nivel internacional aumenta y esto se agudiza conforme avanza el explicación tecnológico. Sólo en 2023 la industria de semiconductores facturó 520,100 millones de dólares en el mundo, según datos de la consultora Statista.

“Aún dependemos mucho de Asia, pero nuestra organización con la planta de Costa Rica se está orientando a tener una dependencia de suministro más resiliente, de menores dependencias porque es de interés de los gobiernos, de los continentes y de los negocios”, aseguró Rojas.

Otro de los puntos que se asoma de la ‘descentralización asiática’ de fabricación de chips son los costos. Taiwán al ser una de las naciones que centralizó la producción de chips, gracias a que la materia prima se localiza en su país y en territorios aledaños, podía alcanzar la comercialización de los semiconductores a precios asequibles, lo cual podría ser enredado para compañías como Intel que debe traer sus insumos desde el otro flanco del mundo. La materia prima para la fabricación de semiconductores de Intel proviene del este de Asia, Corea, Japón, Taiwán, Tailandia y Singapur.

Pasillo de la planta de Intel Costa Rica
Cortesía Intel

La directiva de Intel reconoce lo enredado que es alcanzar precios competitivos que ofrece Asia, sin bloqueo, la compañía ha podido compensar este autor con la calidad del producto, así como con la fuerza de trabajo calificada.

Desde 2020, la compañía ha conseguido despachar más de 28 millones de unidades a 128 clientes.

Intel ve a México como un confederado potencial

La compañía ha comenzado a ver resultados de su desafío de descentralizar la fabricación de chips en Asia. Para el fabricante la producción asiática de chips representaba el 77% en 2020, pero ahora la planta de Costa Rica ha conseguido equilibrar la situación, pues ambas operaciones representan el 50%. Ahora el duelo de la compañía es adelgazar aún más la fabricación de asiática.

La director de Intel ha revelado que México se coloca como una de las opciones de la compañía para su objetivo de incrementar la fabricación de chips y eliminar por completo la dependencia de materiales asiáticos.

Trabajadores de Intel en medio de una revisión.
Cortesía Intel

El país, dice la directiva, podría cambiar la novelística, ya que es una de las naciones a nivel Latinoamérica con viejo afición para reubicar la dependencia de suministro.

“(México) puede traer la producción de sustratos de ciertos componentes, químicos y por otra parte hay muchos minerales que se utilizan y que se traen de otras partes del mundo pero que podría eventualmente suplir esos minerales”, dijo Rojas.

Por ahora Intel ha instalado en Guadalajara un Design Center (GDC), el cual es un activo importante internamente de la dependencia de explicación de semiconductores de Intel, al aportar talento y tecnología para su explicación y subsistencia, así como en la formación de un ecosistema recinto para nuevas tecnologías.

Van por nuevos semiconductores

Los semiconductores requieren de mayores soportes conforme avanza la tecnología y esto es visible con el explicación acelerado de la Inteligencia Industrial.

Jesús Palomino, country manager de Intel, explicó el diseño de los semiconductores son uno de los puntos secreto para poder comercializar el producto. Ahora el Design Center de Guadalajara se encuentra desarrollando varios proyectos de chips para Inteligencia Industrial, cuya tecnología será una de las demandas en este y los próximos primaveras, pero asimismo incrementan su interés en la investigación de chips neuromórficos, los cuales son capaces de comunicarse entre sí de una forma similar a como lo hacen las neuronas del cerebro con el propósito de imitar su capacidad de procesamiento de la información.

“Los semiconductores cada vez toman viejo relevancia por las nuevas deposición que requieren los clientes y esto implica mayores capacidades de procesamiento en un espacio cada vez más pequeño y esto sin duda requiere mayores inversiones pero nos enfocamos en ello para alcanzar una gran producción de chips a nivel mundial”, dice Palomino.



Creditos a Ana Luisa Gutiérrez

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