Con la inteligencia industrial generativa, una frase puede dar forma a imágenes extraordinarias o hiperrealistas. Pespunte con describir lo que quiere crear, ya sea una casa de madera con techo de algodón o una elegante oficina llena de ejecutivas ocupadas. Entonces, la útil previamente entrenada en grandes bases de datos toma las indicaciones y genera imágenes nunca ayer vistas. Este medio poderoso, que ha estado en manos de unas pocas empresas, como OpenAI o Midjourney, pasa a superar presencia significativa en el mercado. Getty Images, un titán creador de contenido visual a nivel completo, anunció hoy su nueva útil de inteligencia industrial (IA) generativa para originar imágenes o ilustraciones a partir de un comando de texto. La empresa argumenta que es la primera comercialmente segura de la categoría: está entrenada nada más con su propia biblioteca de imágenes y con indemnización para uso comercial.
Getty asegura que los creadores de las imágenes incorporadas en el operación, como diseñadores o fotógrafos, recibirán una compensación económica por su contribución a los conjuntos de datos de entrenamiento. Sin incautación, aún no se ha especificado la cantidad exacta o el porcentaje de este beneficio. Craig Peters, CEO de la empresa, detalla a EL PAÍS por videoconferencia: “Será una parte de cada dólar de ingresos que generemos a partir del servicio. No les pagaremos una tarifa única. Es un flujo de ingresos continuo para aquellos contribuyentes en función de los contenidos que nos han aportado”.
La útil marca un construcción en la posición de la compañía con respecto a la IA generativa. A principios de este año, Getty presentó demandas en Estados Unidos y Reino Unido contra Stability IA, la empresa por detrás del turbina de imágenes Stable Diffusion, alegando que este utilizó millones de sus fotos para entrenar su operación sin permiso. Por otra parte, Getty tiene prohibida la carga y liquidación de imágenes generadas con herramientas artísticas de inteligencia industrial de otros proveedores en su plataforma. Y según el CEO, esta posición no cambiará y siquiera permitirá añadir las imágenes generadas a través de su propia útil a las bibliotecas existentes.
Peters explica que los contenidos editoriales, como las fotografías relacionadas con parte, deportes, entretenimiento, celebridades o marcas, no están incluidas en el operación de la nueva útil, por lo que no será posible crear nuevas imágenes a partir de ellos. “Es solamente de nuestro contenido creativo”, matiza por videoconferencia.
Getty, cuyo porción de imágenes es usado por medios de comunicación, agencias de publicidad y otras empresas, no es la primera del sector a incorporar la IA generativa. En octubre de 2022, Shutterstock añadió una útil similar a su servicio y recibió muchas críticas por parte de los artistas cuyo trabajo ha sido copiado de la web sin su consentimiento para entrenar a los algoritmos.
La nueva útil se ofrecerá como un servicio independiente internamente de la plataforma de Getty. Esto significa que tanto los clientes actuales como los nuevos deberán suscribirse a ello. El precio variará según las características del cliente, de modo similar a cómo funciona su negocio actualmente. Al crear y descargar las imágenes generadas artificialmente, los usuarios recibirán una osadía franco de derechos normalizado que incluye declaraciones y garantías, indemnización sin confín y el derecho de uso en perpetuidad, a nivel mundial y sin exclusividad.
La empresa garantiza que a finales de este año, los clientes podrán personalizar la útil con datos propios para producir imágenes con estilo y idioma exclusivo. Un fabricante podrá, por ejemplo, crear nuevos contenidos visuales a partir de su propio producto o marca. Sin incautación, esta característica no servirá para fotos de personas. Actualmente, la útil solo está apto en inglés y, según afirman, la inclusión del gachupin y otros idiomas se realizará en fases sucesivas.
Del diseño a la fotografía, la avalancha de contenidos artificiales ha disparado el temor por parte de los artistas y creativos. Eva Casado, presidenta de la Asociación de Fotógrafos Profesionales de España (AFPE), explica que el sector se encuentra en una situación de “pie de eliminación” contra esos modelos de IA generativa, principalmente porque muchos de ellos infringen los derechos de autor. “Incluso puedes pedir una fotografía en el estilo de un fotógrafo determinado. Es una forma de plagiar”, dice. Igualmente se negociación de una disputa en el mercado profesional. “Nos estamos viendo afectados porque hay muchos trabajos que ahora mismo no los están haciendo fotógrafos. Los está haciendo la IA porque, encima, pagas al mes una tarifa y creas todo lo que quieras”, añade la presidenta de AFPE.
Por su parte, Yolanda Purriños, directora del cuerpo colegiado de fotografía de la Unión Española de Profesionales de la Imagen, enfatiza que aquellos que se dedican a fotografiar paisajes y naturaleza o de publicidad “lo tienen muy complicado”, transmitido que la IA produce imágenes tan impactantes “que son imposibles de pasar”. “Una gran mayoría de creadores defendemos que no se tratan de ‘fotografías’, sino ‘imágenes’, puesto que no son creadas con una cámara y no se pueden traicionar como tal”, dice.
Oportuno a la constante transformación de los equipos fotográficos, y asimismo al impacto de la inteligencia industrial, Purriños destaca que desde la digitalización de la fotografía ha existido una presión constante para mantenerse siempre actualizado. Y ahora muchos profesionales han vuelto al pasado para reconquistar la autenticidad. “En este zaguero año ha crecido la demanda de la película [fotográfica], ya que es lo único que mantiene la ocultismo y continúa dando certeza a ese momento capturado”, concluye.
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Creditos a Emanoelle Santos
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