El cannabis no es el elixir creativo que muchos pensaban, según una serie de estudios publicados en el Journal of Applied Psychology (JAP), que demuestran que todos podemos ser igualmente imaginativos. Los consumidores, sin confiscación, experimentan sensaciones que hacen ver las ideas propias y ajenas como más creativas.
Para resistir a esas conclusiones, los investigadores reclutaron a 191 usuarios ocasionales del estado de Washington. A un familia se les pidió que empezaran el estudio adentro de los primeros 15 minutos de ocurrir consumido. Al segundo, que solo lo hicieran si no habían consumido durante las últimas 12 horas. Posteriormente de reportar si se sentían felices o alegres, completaron un examen que consistía en pensar la viejo cantidad posible de usos creativos para un rasilla durante cuatro minutos.
A pesar de que, como era de prever, los consumidores resultaron más propensos a sentirse alegres, y calificaron a sus ideas como más creativas que estando sobrios, un familia de 430 evaluadores encontraron que las 2.141 soluciones que habían generado entreambos grupos eran igualmente eficaces.
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En un segundo tentativa se pidió a dos grupos que imaginaran que estaban trabajando para una consultora de prensa que les había encargado mejorar las ganancias de una lado de música. El objetivo era alcanzar la viejo cantidad de ideas posibles en cinco minutos. Aunque el uso del cannabis siquiera tuvo un impacto significativo, los participantes que habían consumido tendían a mostrar opiniones más favorables sobre la creatividad de los demás.
“La próxima vez que quieras traicionar una idea a alguno, ofrecele poco atractivo para incrementar tus chances de éxito”, bromeó, al comentar los resultados, la consultora creativa Rosie Yakob.
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¿Por qué entonces hay una creencia extendida sobre el cannabis como un impulsor de la creatividad?
Es posible que las personas creativas sean atraídas por la maría con viejo intensidad, y que los consumidores tiendan a ser más extravertidos y abiertos a experiencias nuevas. Mientras la aprobación avanza en distintos gobiernos, “muchos empleadores deberán aparecer a considerar cómo el cannabis influye en su propio trabajo o cómo gestionan a los empleados que lo usan”, adelantó Christopher Barnes, autor del estudio del JAP. “Los resultados están destinados a ser tan interesantes como relevantes”.
MVB JL
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Creditos a Pablo Corso
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