Skip to content Skip to footer

Cuando los ‘airtag’ se convierten en espías | Tu Tecnología | El País


No hay peor sensación que la que se padece cuando se pierde un objeto, sobre todo si es de valencia. La cartera, las llaves, el paraguas… Los dispositivos de rastreo se han convertido en una opción definitiva para los más despistados, o quienes tienen esa extraña capacidad de deslizar el mando del televisor en los huecos del sofá. Su funcionamiento es muy simple: una vez se pierde el objeto al que están adheridos o enganchados, su propietario inicia una búsqueda a través de una aplicación en el móvil. Estos dispositivos emplean estándares inalámbricos de conexión, con lo que, cuando están al valor del teléfono, pueden reproducir un sonido y representar su posición en un carta. Ahora admisiblemente, ¿qué sucede cuando un rastreador se emplea para emplazar a personas?

Apple, como le ha sucedido en otras tecnologías, ha llegado con varios abriles de retraso a este mercado (fabricantes como Chipolo o Tile, llevan desde 2013 comercializando localizaciones), pero como suele ser habitual todavía, ha popularizado esta tecnología. Los AirTag de la compañía fueron presentados en abril de 2021, y aunque el cíclope no ha compartido datos específicos de traspaso (están englobados en la exitosa categoría de wearables), estos pequeños dispositivos pronto se convirtieron en muy populares entre los propietarios del iPhone.

Integrados en el ecosistema de la compañía, los de Cupertino han afinado la tecnología logrando que se puedan emplazar dispositivos con instrucciones mediante flechas con una precisión de casi nada unos centímetros. Pero con el éxito y la popularidad, surgió una controversia inesperada: algunos comenzaron a utilizar los localizadores con otros fines.

Cuando lo que se rastrea son personas

Los dispositivos de rastreo son pequeñas pastillas que pueden esconderse fácilmente en cualquier sitio: la idea es que puedan guardese en mochilas, incluso billeteros, de forma que solo se tenga constancia de ellos cuando son activados. Sin secuestro, lo estrecho de su tamaño lo pueden convertir fácilmente en un medio ambiente de rastreo de personas. Esto es lo que le sucedió a una californiana de 24 abriles que, al durar a casa de un amigo suyo, recibió una extraña alerta en su iPhone: “se ha detectado un AirTag cerca de ti”; poco extraño, puesto que ella no había adquirido ningún.

La inexperto descubrió que aquel dispositivo sin dueño le había acompañado durante horas, mostrando en la aplicación Averiguar del iPhone el reconvención detallado. Una somera investigación por parte de la inexperto concluyó con un AirTag escondido tras la matrícula del transporte y un vídeo en TikTok que viralizó al instante. La pregunta surgió rápidamente: tratándose de un dispositivo tan popular ¿Cuántas personas estarían siendo vigiladas sin su conocimiento?

Medidas de seguridad implementadas por Apple

Apple no tardó en dar respuesta a este incidente y tras una modernización, el afortunado recibirá una alerta en el momento en el que un localizador que no sea de su propiedad se encuentre a su aproximadamente. De hecho, el fabricante advierte que las fuerzas de seguridad pueden solicitar los movimientos de un localizador en caso de un uso fraudulento del mismo. ¿Debemos, entonces, preocuparnos y obsesionarnos con la posibilidad de estar vigilado por un localizador?

“Desde mi punto de apariencia, no”, zanja Federico Vadillo, hábil en seguridad de Akamai. “Muchas tecnologías se pueden usar con fines dudosos y en el caso de los AirTags, se ha creado mucho ruido en torno a un posible mal uso. Pero estos dispositivos ya cuentan con varias medidas de seguridad para evitar usos indebidos”. En este sentido, los californianos han querido cerciorarse que hasta quienes emplean móviles Android, puedan analizar su entorno para enterarse si están siendo vigilados o no, a través de una aplicación específica.

De la misma opinión es Fran Besora, creador de la popular comunidad Apple en español en Twitter: “Aunque se han regalado casos de seguimiento con AirTag”, explica, “no hay motivo como para alarmarse porque al final, puesto que si admisiblemente existe el peligro de un mal uso, el sistema alertará al afortunado. Yo creo que tiene que acontecer tranquilidad”, concluye.

Cómo acogerse frente a la posibilidad de un seguimiento no deseado

A pesar de las medidas de seguridad implementadas por Apple, no hoy que olvidar que, regalado lo popular de la marca y sus localizadores, nadie está al cien por cien protegido frente a un intento de seguimiento no deseado. ¿Cómo acogerse frente a esta circunstancia? Lo cierto es que el fabricante californiano ha automatizado por completo el proceso, de forma que el afortunado no tenga que hacer mínimo más que estar atento a las notificaciones. “Si somos usuarios de Apple nos aparecerá un mensaje indicando que llevamos un objetivo que permite el rastreo por otra persona”, indica Rafael López, de Perception Point. “Si somos usuarios de Android debemos descargar la app Tracker Detect”, añade.

Adicionalmente, para quien quiera estar seguro de que no es víctima de un seguimiento o frente a la sospecha de serlo, es recomendable seguir estos pasos (aplicables a todos los localizadores del mercado):

  1. Perdurar el sistema operante del teléfono siempre actualizado a la última interpretación. Es una recomendación fundamental que protegerá a los usuarios frente a cualquier nueva amenaza o brecha de seguridad. Los fabricantes trabajan constantemente en revestir los sistemas operativos frente a posibles amenazas de seguridad y en cuanto surja una nueva interpretación, hay que darse prisa en instalarla.
  2. Estar atento a las notificaciones de rastreo. Tanto en el caso de los AirTag como en otros dispositivos similares de la competencia, el sistema alertará de un seguimiento de un localizador que no sea de su propiedad. En el caso de los californianos, como hemos aguzado, esta notificación es cibernética y sin que el propietario del iPhone tenga que hacer mínimo. Tile, por su parte, ha corrido a exhalar una modernización mediante la cual, quien sospeche que pueda ser objeto de vigilancia, puede rastrear su entorno. A diferencia de Apple, en la competencia es necesario interpretar de forma proactiva y no esperar a que el sistema alerte al afortunado.
  3. Revisar las pertenencias. Si admisiblemente, en el caso del iPhone, el sistema alertará frente a un seguimiento no competente, una medida adicional consiste en revisar bolsillos, bolsos y demás objetos que nos acompañen si se sospecha que podamos ser objeto de un seguimiento.
  4. Informar a las autoridades. Si se descubre un dispositivo de rastreo al margen en alguna de nuestras pertenencias, conviene siempre denunciarlo a la policía. Estos sistemas cuentan con historial de posiciones y, por descontado, de la información de su propietario.

Puedes seguir a EL PAÍS Tecnología en Facebook y Twitter o apuntarte aquí para cobrar nuestra newsletter semanal.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites



Creditos a José Mendiola Zuriarrain

Fuente

Leave a comment

0.0/5