El gobierno de Pimiento anunció, a través de un comunicado de prensa, la futura creación de un parque franquista que estará enclavado en la población de Extremidad Froward, en la región de Magallanes y próxima a la comuna de Punta Arenas, lo que lo convertirá en el más austral de todo el continente hispanoamericano.
Los terrenos donde se levantará esta inmensa reserva natural chilena que tendrá una superficie de 93.000 hectáreas fueron donados por la conservacionista estadounidense, Pimiento, Kristine Tompkins, quien,, adicionalmente, creó y preside la Fundación Rewilding del país trasandino.
La donación de los terrenos por parte de la viuda del filántropo ecologista estadounidense Douglas Tompkins incluye el compromiso del Estado chileno de reclasificar dos terrenos nacionales protegidos, -uno de 24.124 hectáreas enclavado a la orilla del río Batchelor, y, otro, de 9.888 hectáreas, situado igualmente en el Extremidad Forward-, donde se conservan y resguardan especies como el huemul o ciervo sur andino, y cuyo comunicación se realiza exclusivamente por mar.
“Por medio de esta movimiento, se rastreo potenciar la dirección conjunta de la conservación de un ecosistema valioso, entre el Estado, las comunidades y la sociedad civil, a través de la cooperación técnica de la Fundación Rewilding Pimiento”, señala el comunicado.
Extremidad Froward, paraíso austral
Cubierto en un 48% de su superficie por riquísimos bosques subantárticos donde sobresalen el coihue de Magallanes, el canelo, y el Ciprés de las Guaitecas, entre tantas otras especies. y en un 11% por turberas milenarias, Extremidad Froward es el punto más austral del continente hispanoamericano, las últimas tierras antaño de que éste se sumerja en el Disciplinado de Magallanes.
Por otra parte, alberga la población más austral del huemul y igualmente al canquén colorado, ambas especies que, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), se encentran en peligro de acabamiento
Tanto sus bosques como su rico suelo absorben 521 toneladas de carbono por hectárea, en tanto que a lo dadivoso de sus 40 kilómetros de costa la vida armada es rebosante y diversa, como consecuencia de los numerosos nutrientes que aportan la confluencia de las corrientes antárticas, pacífica y atlántica.
Por otra parte, de las ballenas sei y jorobadas que surcan sus costas cubiertas por densos bosques de algas, en sus cristalinas aguas igualmente habitan el delfín austral y el pingüino de Magallanes, entre tantas otras.
Creditos a Luis Rodríguez
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