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Científicos chinos no hallaron pruebas de que Covid surgiera en mercado de Wuhan

Un camarilla de científicos chinos determinó que no existen pruebas suficientes para sostener que el virus del Covid-19 pasó de animales a humanos en el mercado de alimentos de Wuhan, en lo que constituye un nuevo vuelta en la búsqueda de los orígenes de la pandemia del coronavirus.

«Todavía no se puede descartar la posibilidad de una posible ingreso del virus en el mercado a través de humanos infectados o productos de la esclavitud de frío. La evidencia proporcionada en este estudio no es suficiente para respaldar tal hipótesis…», dijeron los expertos del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades.

El documento, que comparte datos que los expertos de la OMS y científicos de todo el mundo exigen al gobierno de China desde que comenzó la pandemia, sugiere que el coronavirus estaba en el mercado de mariscos de Huanan cuando comenzó el brote, pero que las personas pudieron haberlo llevado allí para luego comenzar a esparcirse en diciembre de 2019.

Los mayoría de los estudios realizados hasta el momento apuntan al mercado mayorista de mariscos como el epicentro del brote. 

El mercado de mariscos de Wuhan cerró el 1 de enero de 2020. Los mayoría de los estudios realizados hasta el momento apuntan al mercado mayorista como el epicentro del brote. 

Para comprender el papel preciso del vasto mercado en los orígenes de Covid, el camarilla de científicos chinos analizó 923 muestras tomadas del oficio a posteriori de que se detectó el brote por primera vez y 457 de animales, incluidos animales callejeros, sus heces y carne guardada en refrigeradores y congeladores.

En un artículo publicado en la revista Nature, se explica que 73 de las muestras tomadas en el oficio (el 7,9 por ciento) dieron positivo de Covid. Si admisiblemente la mayoría se concentraron en el costado oeste del mercado, el virus se detectó por otra parte en puestos que vendían una variedad de productos, desde vida silvestre hasta vegetales.

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Los investigadores dijeron que esto sugiere que el Covid «pudo poseer estado circulando en el mercado» durante «un tiempo» en diciembre de 2019, lo que llevó a una gran expansión del virus que pudo poseer sido facilitada por las multitudes que visitaban el mercado. 

El mercado húmedo de Huanan está a menos de 1 km de la tiempo de tren de Hankou, descrita por los científicos como un «principal centro de viajes». Era conocido por sus cientos de puestos, que vendían murciélagos, perros mapaches y pangolines para su consumo.

El mercado húmedo de Huanan está a menos de 1 km de la tiempo de tren de Hankou, descrita por los científicos como un «principal centro de viajes».

Encima, en el oficio incluso se vendían aves de corral, zorros vivos, cocodrilos, cachorros de lobo, salamandras gigantes, serpientes, ratas, ranas, pavos reales, puercoespines, carne de camello y de pangolines, entre otras.

Los investigadores explicaron, sin confiscación, que ninguna de las 457 muestras de animales dio positivo por el virus y concluyeron que «sigue siendo posible que el mercado actúe como un amplificador de transmisión conveniente al parada número de visitantes cada día».

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«Estas muestras ambientales no pueden probar que los animales estaban infectados. Encima, incluso si los animales estuvieran infectados, nuestro estudio no descarta la transmisión de humano a animal», dijeron en Nature

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El mundo verificado estima mayoritariamente que la pandemia comenzó a principios de 2020 porque un animal salvaje había transmitido meses antiguamente el virus al ser humano, probablemente en el mercado de Wuhan

«No podemos sostener categóricamente cómo comenzó la pandemia», se sinceró recientemente Maria Van Kerkhove, epidemióloga estadounidense en la Estructura Mundial de la Vitalidad (OMS), en medio de un nuevo debate sobre la cuestión.

El mundo verificado estima mayoritariamente que la pandemia comenzó a principios de 2020 porque un animal salvaje había transmitido meses antiguamente el virus al ser humano, probablemente en el mercado de Wuhan.

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Sin confiscación, otros creen que el virus se filtró, accidentalmente o premeditadamente, desde el Instituto de Virología de Wuhan (WIV), que estaba realizando experimentos con murciélagos vivos.

La Dra. Shi Zhengli, una viróloga del WIV apodada «Bat Woman» (mujer murceguillo), estaba supervisando los experimentos de «rendimiento de función», que pueden implicar la manipulación deliberada de patógenos para hacerlos más peligrosos.

Aunque rechazó la teoría de la «fuuga de laboratorio», el gobierno de China incluso niega que el mercado de Wuhan acogiera animales susceptibles de transmitir el virus.

China rechaza esta teoría, y apuntó al mercado de Huanan, pero incluso niega que el oficio acogiera animales susceptibles de transmitir el virus. Sin confiscación, hay pruebas de que muchos pacientes afectados al eclosión de la pandemia visitaron o tenían vínculos con sus puestos.

El debate se reavivió en febrero a posteriori de que el responsable del FBI asegurara que esta teoría de la fuga de laboratorio es «muy probable». Aunque causaron gran revuelo mediático, las declaraciones no impactaron demasiado en la opinión científica mayoritaria.

Semanas a posteriori, los defensores de la transmisión natural retomaron la superioridad mediática tras un estudio publicado en los medios estadounidenses The New York Times y The Atlantic que analizaba las muestras recogidas a principios de 2020 en el mercado. En pulvínulo a estos datos los científicos liderados por la francesa Florence Débarre encontraron ADN y ARN de numerosos mamíferos salvajes, lo que permite certificar su presencia en el mercado antiguamente de su cerradura.

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Destaca el caso del perro mapache, un animal que pertenece a la clan canina pero tiene aspecto de mapache, y que podría haberse infectado de coronavirus y, potencialmente, servir como enlace del contagio entre el murceguillo y el ser humano.

Sin confiscación este trabajo, que no se publicó en una revista científica, no sirve para demostrar que el perro mapache está en el origen de la pandemia y siquiera permite afirmar categóricamente que estos animales estuvieran infectados porque no se tomaron muestras directamente de ellos.

Este estudio constituye «una nueva cámara del rompecabezas que sustenta un vínculo entre el mercado de animales de Wuhan y el origen de la pandemia», pero «no es una prueba irrefutable», afirmó en la web The Conversation el virólogo Connor Bamford, de la Universidad Queen’s de Belfast.

ds

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Creditos a Darío Silva

Fuente

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