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Anastasia Dedukhyna: “El Mobile World Congress quería una foto de mi cara. Me negué y les han multado con 200.000 euros” | Tecnología


Anastasia Dedyukhina iba a participar en una conferencia en el Mobile World Congress de Barcelona de 2021: “Me dedico a dar charlas, me interesa mucho ir a una feria tan noble”. La presencia física es básica en su trabajo, donde los contactos le llevan a nuevas oportunidades. “Aún era plena pandemia, pero tenía las vacunas, todo arreglado. Entonces me pidieron una prueba biométrica”, recuerda. Es aseverar, que subiera al sistema su pasaporte con la foto. La petición era para entrar a la feria con gratitud facial y evitar más contactos físicos. Ahí fue cuando empezó un larguísimo intercambio de emails con representantes de GSMA, organizadores del Mobile, consultas con abogados y una queja a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) que ha rematado con una multa de 200.000 euros a los organizadores del Mobile.

Dedyukhina es ciudadana rusa y británica de 41 abriles, y experta en bienestar digital que ha cubo charlas TED. Cuando recibió aquella petición, se fue a interpretar la grafema pequeña de los términos del Mobile: “Allí decían que podía optar por no subir mi documento”, explica, y presentarlo en persona una vez en Barcelona. Pero ese año no se permitía: el motivo eran los contagios de covid, le contestaron, y lo requieren los Mossos, la policía autonómica catalana.

“No me sentía cómoda, no es porque sea la gran defensora de la privacidad, solo porque conozco el Reglamento de Protección de Datos y sé que puedo preguntar”, razona a EL PAÍS desde su residencia en Londres. “Merecía al menos alguna explicación básica”, añade. Esa explicación clara no llegó nunca y Dedyukhina acabó participando de modo potencial en el congreso. “Nunca me explicaron cómo iban a acumular mi información. Pregunté una y otra vez, me mandaban enlaces que no funcionaban, borraron un párrafo de su web, editaban, ausencia cuadraba. Parecía negligencia, como si hubiera desacuerdo entre lo que decían y lo que estaba escrito en su web”, afirma Dedyukhina, que llegó a cambiar correos con la encargada de datos de GSMA.

Uno de los problemas añadidos de Dedyukhina es que había presuntamente servidores que iban a acumular esos datos fuera de la UE, según dice ahora la resolución de la AEPD: “La entidad SCANVIS con la que tiene un encargo de tratamiento del sistema de gratitud facial para el entrada a la sede, se encuentra en un país fuera de la UE, y GSMA ha suscrito cláusulas contractuales típico con SCANVIS”, desarrolla el organismo regulador. No estaba claro, luego, qué ocurría con esa información una vez subida. La AEPD ha sancionado a GSMA por infringir el artículo 35, que prevé que si un tratamiento de datos “meollo un suspensión peligro para los derechos y libertades de las personas”, el responsable deberá hacer “una evaluación del impacto”. Ese crónica, según la AEPD, carecía “de evaluación de la carencia y la proporcionalidad de las operaciones”.

Tras una petición de este folleto, GSMA ha hecho conocido un comunicado donde repite que la multa se debe al “enfoque de la GSMA para realizar una evaluación de impacto de la protección de datos para el uso de la tecnología de gratitud facial en el MWC 2021″. Encima, asegura que toman “muy en serio la protección de datos” y que “emplean tecnología innovadora para felicitar una experiencia segura” a los asistentes. Sobre la correctivo, dicen que seguirán cooperando con la AEPD y que están “revisando la resolución y considerando opciones para objetar”. El comunicado incluso afirma que nunca ha habido una “filtración de datos”.

La muchedumbre tiene que denunciar

A posteriori de participar online en el Mobile, Dedyukhina habló con un amigo abogado y presentó su denuncia en presencia de la AEPD. “Hay varios problemas con el enfoque del MWC”, asegura Adam Leon Smith, entendido en protección de datos que colaboró en la denuncia. “Sin secuestro, el problema principal fue que no habían completado una evaluación de riesgos suficiente, no tenían claros asuntos importantes como el consentimiento, y afirmaron que los Mossos insistieron en la autenticación biométrica. Es improbable que la policía pida una tecnología específica”, asegura el abogado.

El Reglamento de Protección de Datos requiere que la muchedumbre presente quejas. Dedyukhina admite que su valentía es poco más sencillo porque está en el interior del sector y conoce mejor sus derechos: “Para mí fue comprensible preguntar y no tuve que acreditar ausencia, si no es probable que me hubiera desanimado”, dice. “El Mobile quería una foto de mi cara. Me negué y les han multado con 200.000 euros”. ¿Qué ha conseguido en existencia? “Bueno, no me toca ausencia de esos 200.000 euros y tendré problemas potenciales hasta el fin de mis días con el Mobile, pero es una satisfacción honrado, lo hice por mi integridad profesional, porque historia a la muchedumbre que la privacidad es importante”, reconoce.

Este detalle es esencia: “El Reglamento de Protección de Datos funciona con denuncias. ¡La muchedumbre debe presentar quejas!”, critica Smith, el abogado. Sin el esfuerzo de ciudadanos como Dedyukhina estos casos no existirían. En la AEPD solo han enemigo otras tres resoluciones por gratitud facial recientes en España. Una de 2,5 millones de euros contra Mercadona y otras dos menores. En todos los casos, hay un ciudadano o empleado que elevó la situación al regulador.

“Mi recomendación es, al menos, hacer preguntas”, resume Dedyukhina. “Eso pone presión en la compañía para que responda. Tenemos una especie de existencia retorcida donde yo debo demostrarlo, cuando en existencia son ellos quienes deben hacerlo. Pedir explicaciones por nuestros datos biométricos debería ser la nueva normalidad. Eso es lo que estamos dejando que ocurra al no preguntar”, razona.

Un caso como este tiene suficientes motivos para que haya correctivo, según Smith, pero es necesaria una denuncia: “En este caso, esperaba una investigación, porque las prácticas parecían extrañas y había una empresa fuera de la UE que decía en su web que procesaba datos confidenciales. La enseñanza principal que he aprendido es que si poco parece sospechoso en una política de privacidad, probablemente lo sea”, añade.

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Creditos a jordi perez

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