En su nuevo estudio “Estado del clima mundial 2022”, la Ordenamiento Meteorológica Mundial (OMM) afirmó que el periodo comprendido entre los primaveras 2015 a 2022 fueron los más calurosos de los que se tiene registro hasta el presente.
El documentación se centra en los principales indicadores climáticos, como ser las temperaturas, los gases de sensación invernadero, el aumento del nivel del mar, el calor y la acidificación de los océanos, como, así todavía del hielo marino y de los glaciares.
El documento, que todavía destaca los pertenencias del cambio climático y de las condiciones meteorológicas adversas, muestra los cambios a escalera planetaria tanto en la tierra, como en el océano y en la ámbito que fueron originados como consecuencia de los niveles récord de los gases de sensación invernadero que atrapan el calor.
“En cuanto a la temperatura universal, los primaveras 2015-2022 fueron los ocho más cálidos de los que se tiene constancia, a pesar del refrigeramiento provocado por La Pupila en los últimos tres primaveras”.
“El deshielo de los glaciares y la subida del nivel del mar, que volvió a alcanzar niveles récord en 2022, continuarán hasta en el interior de miles de primaveras”, agrega el estudio.
Por su parte, el secretario genérico de la OMM, Peterri Taalas, señaló que, mientras las emisiones de gases de sensación invernadero siguen aumentando y el clima continúa cambiando, las poblaciones de todo el mundo siguen sufriendo el pesado impacto de fenómenos meteorológicos y climáticos extremos.
“En 2022, la sequía continua en África uruguayo, las precipitaciones récord en Pakistán y las olas de calor sin precedentes en China y Europa afectaron a millones de personas, provocaron inseguridad alimentaria, impulsaron la migración masiva y costaron miles de millones de dólares en pérdidas y daños”, señaló Taalas.
“En la contemporaneidad, unos cien países no disponen de servicios meteorológicos adecuados. Para conseguir esta ambiciosa tarea es preciso mejorar las redes de observación e cambiar en capacidades de alerta temprana, hidrológicas y de servicios climáticos”, concluyó el diestro.
Por su parte, el Secretario Caudillo de la ONU, António Guterres, advirtió que “si adecuadamente existen las herramientas, los conocimientos y las soluciones para malquistar este problema, debemos acelerar el ritmo. Necesitamos una bono climática acelerada con reducciones de emisiones más profundas y rápidas para condicionar el aumento de la temperatura universal a 1,5 grados centígrados”.
“Asimismo necesitamos un aumento masivo de las inversiones en adecuación y resiliencia, especialmente para los países y comunidades más vulnerables, que son los que menos han contribuido a la crisis y este calentamiento universal que está sufriendo todo el planeta”, concluyó Guterres.
Creditos a Luis Rodríguez
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