La mayoría de los negocios considera que la implementación de la cuenta electrónica mejorará su capacidad para detectar errores en la contabilidad y duplicidades en sus registros. Así lo mostró un estudio realizado por Generix Group en relación a la Ley Crea y Crece, que contempla la implementación de este sistema de facturación electrónica en diferentes etapas.
Así, el 78,67% de las empresas consultadas, que ya han implementado la cuenta electrónica, consideró significativa o muy significativa su capacidad para favorecer intercambios con clientes y proveedores, así como para automatizar la detección de errores, duplicados y fraudes.
Adicionalmente, más allá de su trabajo, el 49% de los negocios consultados afirmaron estar planeando usar la transición a la facturación electrónica para mejorar la diligencia de gobierno, demostrando un enfoque proactivo para optimizar la solvencia y blindar la vigor financiera.
Diana Salazar, B2B Integration Sales Manager de Generix Group, valoró que estos datos “ponen de relieve la importancia estratégica que supone la implementación de la cuenta electrónica en el entorno empresarial flagrante, proporcionando a las empresas las herramientas necesarias para mejorar la eficiencia, resumir costes y blindar las relaciones comerciales con sus socios secreto.”
En esta rasgo, “la automatización de la conciliación de facturas con pedidos y recibos, pegado con la capacidad para detectar errores, duplicados y fraudes de guisa instantánea, no solo acelera los procesos internos, sino que además reduce significativamente el aventura de pérdidas económicas derivadas de errores humanos o malas prácticas”, añadió Diana Salazar.
La cuenta electrónica se implementará en diferentes etapas hasta 2026
La aprobación del reglamento que regulará la futura cuenta electrónica para los autónomos y pequeños negocios está cada vez más cerca. De la entrada en vigor de esta norma depende la arribada distintas obligaciones, que se irán desplegando en varias fases año a año. Posiblemente hasta 2026, o incluso más tarde.
Así, primero llegará una etapa de transición donde sólo los negocios de más de ocho millones de euros de facturación tendrán que emitir sus facturas por medios electrónicos, luego la norma se extenderá con otras medidas para todos los negocios y más tarde los autónomos tendrán además que informar de los estados de sus facturas a la Agencia Tributaria, según avanzó en su momento Manuel Delacampgne, Subdirector Universal de Descomposición Sectorial del Servicio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
A partir de ese momento, empezará a pasar el tiempo y entrará en vigor el calendario para que los autónomos y empresas incorporen la cuenta electrónica en su negocio. En cuanto se apruebe el reglamento, ya habrá tres fechas secreto que marcarán la implantación de esta obligación entre los autónomos.
De aprobarse en 2023 el reglamento de facturación, un año a posteriori -en 2024- las empresas con más de ocho millones de facturación sólo podrán emitir facturas electrónicas. A los dos abriles -en 2024-, la obligación se extenderá a los autónomos y pymes con menos de 8 millones. Por final, tres abriles a posteriori -en 2026-, todos los negocios tendrán la obligación de informar a la Agencia Tributaria o a sus proveedores del estado en el que se encuentran sus facturas.
Creditos a: Joaquín Aragonés
