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Los precios crecieron un 3,2% en mayo, aunque los costes de los negocios siguen siendo …

El Índice de Precios de Consumo (IPC) correspondiente a mayo situó los niveles de inflación por debajo de las previsiones. En concreto, los precios se elevaron un 3,2% interanual durante el botellín mes del año, una décima menos que el mes previo. Se negociación de su nivel más bajo desde julio de 2021. 

El Instituto Doméstico de Estadística (INE), encargado de cronometrar la transformación de los precios, achacó estos datos a la moderación del precio de los alimentos, una cuestión que lleva meses preocupando tanto a los consumidores como a los autónomos agrícolas, y al abaratamiento de los carburantes, en un entorno donde las ayudas a determinados sectores, como el transporte, están próximas a desaparecer. 

Con respecto a la inflación subyacente, el número que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos, los precios crecieron un 6,1% con respecto al mismo mes del año pasado. El indicador se sitúa 2,9 puntos por encima del IPC común, su pequeño nivel desde julio del año pasado.  

La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, asimismo atribuyó estos datos a la moderación del precio de los alimentos y al abaratamiento de los carburantes, y destacó que la inflación en España está armonizándose con la inflación media en la Unión Europea, que en mayo se situó en el 2,9%. 

La inflación subyacente sigue afectado a miles de autónomos y negocios 

A pesar de que los datos de inflación de mayo mejoraron las previsiones de los economistas, que sitúan el crecimiento de los precios en torno al 4% este año, la inflación subyacente –que excluye a los alimentos no elaborados y la energía- sigue siendo elevada. Según los expertos, se negociación de un indicador de los precios a medio plazo, y es el que más afecta a los autónomos y negocios, ya que incluye el precio que éstos pagan por cazar sus productos o manufacturas. 

En este contexto, los costes de los trabajadores por cuenta propia y las pymes siguen creciendo más rápido que sus ingresos. Una situación que podría crear problemas, teniendo en cuenta que los economistas avanzaron a este diario hace unos días una reducción de la demanda interna –el consumo- en los próximos meses.  

Así, Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo Común de Economistas (CGE), explicó a este medio que la demanda interna es el principal indicador que explica la desconfianza de los economistas para la transformación de la bienes en segunda medio del año. Según detalló, los motivos de esta caída se encuentran en la propia inflación y en la subida de los tipos de interés. “Todo eso hace que la demanda no termine de despertar, y no debemos olvidar que ésta representa un 60% o más de lo que ayuda a formar el PIB”, valoró.  

Prueba de la yerro de demanda es el caso de los hosteleros, que redujeron la contratación de personal un 20% de media durante el primer trimestre del año. “No contratamos personal porque tenemos miedo a padecer de nuevo una crisis como la que sufrimos en el 2008”, aseguró a este diario Thor Rodríguez, presidente de la Asociación de Hostelería de Compostela, en otra ocasión. «Las familias, por las graves consecuencias de la inflación y el aumento de costes energéticos, ya no tienen ganancia para poder ir a un restaurante o una cafetería”, añadió el presidente de la asociación. 



Creditos a: Joaquín Aragonés

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