A posteriori de dos primaveras batiendo sus propios récords de ventas, la industria de la velocípedo sufrió en España una ligera caída en 2022. Así lo mostraron los datos aportados por la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE), que en un documentación esmerado yuxtapuesto a Cofidis indicó un descenso de la facturación del 6% durante el año pasado.
Sin bloqueo, el empleo en el sector vivió el año pasado su mejor adiestramiento desde que hay registros. “La industria española de la velocípedo emplea a 24.456 personas de forma directa, un 5,32% más que el año precedente”, expresaron desde AMBE.
A pesar de la caída en las ventas de bicicletas, la facturación del sector en España en 2022 fue un 45,1% superior a 2019. Sin bloqueo, el año pasado no igualó los datos de ventas y facturación de 2021 en varias categorías -global de bicicletas, componentes y accesorios-, “produciéndose un descenso en la facturación del 6% respecto a 2021 y una ladera del 13,59% en el número de bicicletas vendidas”, analizaron desde la asociación.
En el negocio de la velocípedo cada vez hay más puntos de traspaso y empleo
A pesar de tratarse de un año de ajustes, el empleo y la creación de empresas alcanzó cifras de récord. Así, en 2022 operaban en España 3.111 puntos de traspaso, reparación y arriendo de bicicletas, un 2,74% más que el año precedente, y 401 empresas, lo que supone un incremento del 10,77% interanual.
Por su parte, la producción doméstico de bicicletas aumentó en 2022 un 2,8% en valencia con respecto al año precedente, alcanzando los 255,8 millones de euros, “más del doble que los datos registrados en 2019”, explicaron desde AMBE. Tal y como mostraron, “son los mejores datos de producción de bicicletas por pandeo de facturación de la serie histórica, según estadísticas del Ocupación de Industria, Comercio y Turismo.”
Entre las causas de este crecimiento, la longevo importancia de los mercados internacionales sobre el total del sector es una de las principales. En este sentido, la exportación de bicicletas además aumentó un 76,5% en comparación con el año precedente, y triplica los datos de 2019. Por extremo, con respecto al segmento de la fabricación de bicicletas, el año pasado cerró con 189 fabricantes nacionales de bicicletas, componentes y accesorios, un 5% más respecto al año precedente.
Tal y como valoró Javier López, presidente de la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE), “el año 2022 no ha sido tratable para la industria de la velocípedo, pero el aumento del empleo, la creación de empresas y el comportamiento positivo de la traspaso de bicicletas eléctricas y urbanas refleja lo que el sector puede ofrecer a la sociedad española: una movilidad más limpia, puestos de trabajo y oportunidades empresariales.”
Mengua la demanda, pero crece el precio medio por velocípedo
Tal y como reveló el documentación de AMBE, la caída en la facturación del sector de la velocípedo se explica por la caída de la demanda. Sin bloqueo, este descenso se compensó en parte con un aumento del precio medio de cada traspaso, que superó por primera vez los 1.000 euros en España. Adicionalmente, el precio medio de cada velocípedo eléctrica vendida en el país ascendió a 2.940 euros durante el año pasado.
Para recuperar la senda del crecimiento durante este año, desde la asociación pusieron de manifiesto la falta de incentivar la adquisición de bicicletas, poco que sí ocurre en otros países del entorno. “A pesar de no contar con ayudas estatales a la adquisición y reparación de bicicletas, como tienen nuestros países vecinos, o los incentivos fiscales por ir en velocípedo al trabajo o obtener flotas de bicis, el año 2022 ha tenido un comportamiento mejor de lo esperado, aunque peor que países de nuestro cerca de, como Francia o Alemania, que disfrutan de apoyo institucional para que más familia acceda a una velocípedo como forma de movilidad diaria” concluyó Jesús Freire, secretario caudillo de AMBE.
Creditos a: Joaquín Aragonés
