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Siete de cada diez personas elige un restaurante o un bar por su iluminación, según l…

Teniendo en cuenta que vivimos en el país con más bares por nativo del mundo, con un total de 277.539 establecimientos gastronómicos, según el INE, y que estos forman parte de nuestra idiosincrasia, conocer cómo impacta un aspecto esencia como la iluminación en estos lugares «es imprescindible para su futuro».

En este contexto, la Confederación Empresarial de Hostelería de España, en colaboración con Roblan, empresa española especializada en iluminación LED, ha presentado un estudio titulado “Impacto de la iluminación en el sector de la hostelería, 2023”.

Se manejo de un mensaje que surge de la realización de una indagación a 400 personas de empresa 18 y 65 años, que frecuentan locales de hostelería (como mínimo, una vez al mes), con el objetivo de «analizar qué está fallando en lo relativo a la iluminación».

Según este mensaje, para el 71,3% de la población la iluminación de un específico es un factótum determinante a la hora de disfrutar de una experiencia en hostelería, incluso por encima de principios como la decoración, el ruido o la música. Es más, a la hora de escoger un específico, la iluminación exógeno se mostró como el primer paso para atraer a los clientes para el 78,1%, destacando que el 70,3% optaba por un específico con entrada iluminada y luz cálida en el interior.

La iluminación es también esencia en lo que a la experiencia culinaria se refiere: influye en la percepción de calidad que tiene el 62,3% de los usuarios frente a la comida o bebida escogida. Además, ayuda a producir experiencias de consumo agradables: el 81,3% cree que se puede crear un entorno afable gracias a la luz escogida y, con ello, ver incrementado el tiempo de permanencia en el específico (56,3%) y el núpuro de comidas o bebidas consumidas (44,5%).

Así, analizando los diferentes momentos de consumo, el estudio concluye que el heredero piensa que la iluminación es fundamental a la hora de poder descubrir el menú o disfrutar de la comida (88%) y de hacer uso de los accesos (82,3%). Le siguen otros factores como encontrar la mesa (81%) o la porte del restaurante (78%), avalar la cuenta (75%) o tener una conversación (70%).

«La energía representa aproximadamente el 20% de los costes totales de un específico de hostelería, por lo que cuidar la iluminación de los negocios no sólo tiene un impacto en la experiencia a los clientes sino también la sostenibilidad, tanto económica como medioambiental”, señaló el presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel. 

La iluminación en función de las experiencias

Del mismo modo, cualquier iluminación no vale: el heredero sabe que hay una luz ideal para cada momento, como la tenue para conversar (48%) o encontrar la mesa (34%) y una iluminación decano para descubrir el menú (38%) o hacer uso de los aseos (42%). Asimismo, en una primera cita el heredero opta por una iluminación cálida, nunca excesiva y correctamente repartida por el específico, generando un entorno afable para dar espacio a la intimidad y el romance.

Pensando en otros momentos de consumo, como salir con los amigos, se opta por restaurantes con poca luz e iluminación, que generan una sincronía entre el espacio y su luz. Por ejemplo, posicionar un foco lumínico puntual y cálido tras las botellas muestra el propósito de un específico diestro en coctelería; un espacio muy amplio con luces sobre las mesas o grupos de mesas logra producir ambientes individuales entre los grupos de comensales.

“Tras analizar las respuestas de los usuarios, creemos que hay mucho ganancia de mejoramiento. El consumidor ha detectado que estos problemas de iluminación han provocado que el comensal no esté a capricho (41,2%), que esté menos tiempo del esperado en el específico (29,8%) o que no pueda ver correctamente mientras disfruta de su experiencia hostelera (24,5%)”, explicó la directora de marketing y comunicación de Roblan, Raquel Pereira. Es más, solo uno de cada diez (12,3%) cree que la iluminación no ha sido para ausencia relevante en su experiencia.

Y es que la iluminación afecta de modo directa a un sector que se demora que crezca este año por encima del PIB, según datos del último Anuario de Hostelería de España, pero cuya rentabilidad se ve fuertemente afectada por el aumento de precios en las materias primas y energía. Para combatir esta existencia, realizar un cambio en iluminación a tecnología LED puede marcar la diferencia: “llega a suponer hasta un 50% de peculio energético frente a tecnologías antiguas de iluminación, una número ausencia desdeñable”,explicó Pereira.

Sin secuestro, no es el único aspecto positivo que se puede conseguir: “haciendo un estudio de iluminación es posible valorar también si el específico tiene demasiada iluminación, con lo que se podría adaptar e instalar solo la necesaria, consiguiendo una importante disminución en el consumo. Además, utilizando sensores de movimiento y sistemas de iluminación inteligente por zonas se puede invertir solo la cantidad de iluminación necesaria en cada momento”, concluyó Pereira.

Los datos hablan por sí solos: según estudios del Instituto para la Diversificación y Parquedad de Energía (IDAE), la domótica puede datar a evitar un 9% en iluminación y según un estudio del Midwest Energy Efficiency Allance (MEEA), al usar sensores se puede conseguir un peculio de un 30% a un 90% en baños; de un 30% a un 80% en pasillos y en almacenes advenir de un 45% a un 80%.



Creditos a: Anna Esar

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