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Los concursos de acreedores de pymes suben un 23,6% en el posterior trimestre de 2022

El número de pymes concursadas subió un 23,6% interanual en el cuarto trimestre de 2022, al acontecer de los 753 entre septiembre y diciembre de 2021 a los 931 del mismo periodo de 2022. Este válido aumento interanual de los concursos de pymes en el posterior tramo de 2022 es pequeño que el anotado en el tercer trimestre (87,6%).

El crónica constata los bienes de la moratoria concursal implantada durante la pandemia. En el caso de las pequeñas empresas de menos de 50 trabajadores, el aumento interanual es del 22,5%, al acontecer de 739 concursos en el cuarto trimestre de 2021 a 905 en el mismo periodo de 2022. 

En el rango de las empresas medianas, el incremento interanual es del 82,1%, al resistir a 26 concursos, siempre según datos estadísticos tratados por CEPYME en el Indicador Sintético de la Situación de las Pymes correspondiente al cuarto trimestre de 2022, que se publicará a finales de este mes de marzo.

Del total de 5.544 concursos registrados en el cuarto trimestre de 2022, 4.407 lo fueron de personas físicas, y 1.137 de empresas, de los cuales 204 se producen en compañías que no están clasificadas en la estadística registral por tamaño. En el cuarto trimestre de 2021 la guarismo total de concursos fue de 929, con 175 empresas no desglosadas por número de trabajadores.

Las pymes españolas se enfrentan a multitud de escenarios adversos 

Si aceptablemente la moratoria concursal, que duró desde marzo de 2020 hasta el 30 de junio de 2022, impidió que se produjera un muchedumbre de concursos durante la etapa más agresiva de la pandemia y alivió los problemas de las pymes, su duración ha deparado incluso bienes contraproducentes, al agravar los problemas de morosidad de las empresas acreedoras.

Las pymes españolas se enfrentan no sólo al impacto que dejaron las restricciones de la actividad, sino incluso a una concatenación de principios adversos, como el válido repunte de la inflación, el encarecimiento del crédito y la longevo inquina de las entidades financieras a prestar hacienda en un entorno de tanta volatilidad como el flagrante, aquejado incluso por desajustes en la esclavitud de suministros y la indeterminación sobre el conflicto militarista en Ucrania.

Por otra parte, las pequeñas y medianas empresas españolas han soportado una longevo carga impositiva, nuevas trabas burocráticas, y encaran una válido acrecentamiento de cotizaciones sociales, factores a los que se unen las subidas consecutivas del salario reducido interprofesional (SMI), que han elevado los costes laborales de las plantillas.



Creditos a: Sol Galindo

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