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estas son las claves para hacerlo

El 54,5% de la población mundial vive en ciudades y se paciencia que este porcentaje llegue al 66% en 2050. Sin incautación, sobre todo tras el estallido de la pandemia, mudarse de la metrópoli al pueblo, es poco cada vez más global. En este sentido, en los últimos abriles se ha observado como, si proporcionadamente antaño se asociaba a las ciudades con el crecimiento financiero y el éxodo era desde la ciudad al pueblo, esto está cambiando y se está produciendo la movilidad inversa.

El índice de actividad emprendedora en el medio rural (TEA) alcanzó un 4,9% en 2019, una signo que, aunque se encuentre por debajo del promedio doméstico (6,1%), supone un aumento del 26% respecto a abriles anteriores, según el crónica “Actividad emprendedora en el medio rural” GEM Spain 2019-2021. El mismo estudio arroja datos sobre la percepción de oportunidades para emprender en el medio rural y ese índice ha ido subiendo en los últimos abriles: 33% (2019) y 25% (2021).

Asimismo, según el crónica, poco más del 30% de las nuevas actividades emprendedoras son promovidas por jóvenes menores de 35 abriles. Y el índice de plan lo encabezan las mujeres con un 5,1% frente al 4,8% de los hombres.

«Tradicionalmente, las urbes se asociaban con crecimiento financiero. Sin incautación, esa percepción está cambiando, mucho más, a raíz de la pandemia, y son muchos los emprendedores que deciden poner en marcha su esquema en el ámbito rural«, destacó Ignacio Villoch, mentor de Ruralizable, quien explica explica cuáles son los aspectos que hay que tener en cuenta y cuáles son los pasos a seguir para emprender en el medio rural.

Identificar la oportunidad, idear la decisión y hacer un prototipo

Tal y como señaló Ignacio Villoch, “un emprendedor tiene actualmente muchas herramientas y metodologías para sacar delante sus proyectos». Por esto, el primer paso es identificar la oportunidad. Es sostener, una aprieto no resuelta, una ineficiencia o fricción en el mercado, lo que denomina como un pain point o punto de dolor. O proporcionadamente un posible beneficio exportado al ámbito rural.

Una vez identificada la oportunidad, es el momento, tal y como afirmó Villoch, de idear la decisión. En este punto, las herramientas de Design thinking aportan mucho valía. Según el práctico, es muy importante prototipar la decisión (realizar un prototipo) antaño de lanzarse a producirlo, “ese prototipo nos servirá para evaluar su viabilidad y validarla, o, en su caso, corregir y adaptar o descartar». Esto es lo que se conoce como Lean Start Up.

«El coetáneo crecimiento de las tecnologías exponenciales permite a los emprendedores tocar soluciones muy innovadoras apoyándose en el BigData; sensores de IoT -internet de las cosas-; drones -como pastores de rebaños o para plantar semillas-; o aplicando nuevas fuentes de energía” explicó Villoch.

Del mismo modo, la dietario 2030 y los ODS son una hoja de ruta de posibles deposición no resueltas, y la innovación aplicada a la sostenibilidad una fuente de soluciones potenciales.



Creditos a: Anna Esar

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