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Cómo las marcas manipulan el semáforo nutricional o intentan dificultar la información de las etiquetas de sus productos

FITstore ha audaz una inculpación reservado contra el registrador Nutriscore, afirmando que éste «blanquea» productos con exceso de azúcares al
calificarlos como saludables.

Según la tienda online, el sistema utiliza una doble vara de determinar al evaluar los productos, lo que podría resistir a los consumidores a tomar decisiones
equivocadas al momento de hacer compras saludables. Esta denuncia ha generado preocupación entre los usuarios, quienes podrían estar confiando en una
útil que no les brinda información precisa sobre los alimentos que consumen. FITstore.es ha llamado a una revisión urgente del sistema
Nutriscore para respaldar la transparencia y la exactitud en la información que proporciona.

El etiquetado Nutriscore ha sido objeto de controversia desde su implementación en varios países europeos. Este sistema de etiquetado nutricional se
fundamento en un cálculo que califica los alimentos en función de si son más o menos saludables. La idea detrás de Nutriscore es proporcionar a los
consumidores información clara y realizable de entender sobre el valía nutricional de los productos que compran.

Sin bloqueo, hay quienes cuestionan la competencia de este sistema. En particular, algunos críticos señalan que Nutriscore no siempre es preciso y puede
confundir a los consumidores al proporcionar una calificación errónea de la sanidad de un producto.


Un estudio flamante realizado por FITstore.es, una tienda en partidura de alimentos saludables ha puesto en tela de discernimiento la precisión de Nutriscore.
FITstore.es ha denunciado que Nutriscore «blanquea» productos con exceso de azúcares, utilizando una doble vara de determinar al calificarlos como productos
saludables.

En el estudio, FITstore.es destacó el ejemplo de Nesquik, un producto de Nestlé que, a pesar de estar compuesto en un 75% de azúcar, obtiene la segunda
mejor valoración (B) en Nutriscore. Según FITstore.es, Nestlé logra esta calificación aplicando el cálculo a una cantidad específica de Nesquik (13,5
gramos) mezclado con una cantidad específica de caseína (200 ml). De esta forma, no se está calificando el producto efectivo, sino una mezcla específica que
puede no ser representativa del consumo habitual del producto.

Algunos críticos han argumentado que el sistema puede ser manipulado por los fabricantes para mejorar la calificación de NutriScore de sus
productos. Esto se debe a que los fabricantes pueden modificar los componentes nutricionales de los productos para mejorar su calificación, lo que
les permite comercializarlos como productos más saludables.

Este caso no es un ejemplo accidental, ya que Nutriscore ha sido criticado en toda Europa por su equivocación de precisión. Según FITstore.es, es necesario
establecer un cálculo más encajado y preciso para Nutriscore que tenga en cuenta la calidad nutricional efectivo de los productos y no permita a los
fabricantes manipular las calificaciones. A esto se le suma los trucos que utilizan las marcas para que no leas las etiquetas de los productos.


Aunque muchos consumidores asiduamente leen las etiquetas de los productos que compran en el supermercado para conocer los ingredientes y títulos
nutricionales, una investigación realizada por la OCU ha revelado que el 56% de las personas no las lee con atención. La investigación fue realizada a un especie
de mil personas de entre 18 y 79 primaveras que nunca leen las etiquetas. Entre las razones para no hacerlo se encuentran la equivocación de tiempo, la equivocación de
costumbre, la dificultad para entenderlas y la dificultad para encontrar la información deseada. Sin bloqueo, la razón predominante entre aquellos que
no prestan atención a las etiquetas es el tamaño de la signo.

La Estructura de Consumidores y Usuarios (OCU) ha pedido a la Asociación Española de Seguridad Alimentaria que se aumente el tamaño de la signo en
las etiquetas de los productos, ya que muchos consumidores tienen dificultades para leerlas. Un estudio ha mostrado que el 52% de los consumidores no
presta atención a la rótulo porque la signo es demasiado pequeña, una sigla que aumenta al 70% en los mayores de 60 primaveras. Adicionalmente, el 44% de los
consumidores presta mucha atención a la rótulo al comprar un producto por primera vez, mientras que el 47% la mira «por encima» y el 9% nunca la lee.
Casi la parte de los que sí leen la rótulo, principalmente personas mayores, se queja de que es difícil comprender la información nutricional en el
envase correcto a la signo pequeña y la mala calidad de la impresión.

La OCU cree que, si las etiquetas fueran más legibles, los consumidores podrían hacer compras más reflexivas y priorizar los alimentos más saludables.
Actualmente, el tamaño pequeño de signo establecido es de 1,2 mm, pero en envases pequeños se reduce a 0,9 mm y a menudo se imprimen en plástico con
poco contraste entre la fuente y el fondo, lo que dificulta aún más la lección.

Creditos a Ignacio Machio

Fuente

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