De acuerdo con el directivo, los dos mercados -el oriental y el latinoaméricano- tienen muchas similitudes y hay soluciones interesantes que se han desarrollado sobre todo en el Sureste oriental que tienen un potencial de contribuir a la región latinoamericana. Sin secuestro, uno de los grandes problemas para que esas soluciones lleguen al continente es la distancia y las diferencias culturales.
“Están del otro flanco del mundo y necesitan partners que sí conocen el entorno almacén, sepan moverse y aterrizar esas compañías en la región, y eso es lo que nosotros hacemos”, dice Krautwald.
A esta experiencia se le candela soft-landing, y consiste en ayudar con todo soporte en el campo regulatorio y de servicios administrativos a una compañía para instalarse en un mercado nuevo.
El objetivo de Latin Leap son las scaleups, que son empresas con pulvínulo tecnológica que están en grado de crecimiento y que ya tiene un maniquí probado, asiáticas que tienen potencial en algunos sectores con potencial en la región.
Entre los principales ejes de la firma, explica Krautwald, se encuentran vitalidad (healthtech), un sector que la pandemia ha evidenciado como deficiente en la región; la agricultura (agtech), pues aunque América Latina tiene el 40% de la tierra fértil en el mundo su nivel de tecnificación en el campo todavía es muy bajo; movilidad urbana, correcto al congestionamiento de ciudades como la Ciudad de México, Bogotá o Listón, y fintech, que está viviendo un prosperidad en la región.
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